SIÉNTATE CONMIGO
  Romance de la Evaluación
 





Romançe de la Evaluaçión

Que por xunio era por xunio,

cuando ya el curso se acaba,

cuando el sol allá en lo alto

produçe grande galbana,

cuando los moços e moças

alixéranse de calças,

cuando los sudores reinan

por pasillos e por aulas

e rançios olores salen

de sobacos e sandalias,

cuando ya por todas partes

la vacaçión se presaxia,

cuando ni los profesores

de dar clase tienen gana

(si es que alguna veç la hubieron,

pues desto non hay constançia).

¡Mes de xunio, mes de xunio,

fecha insoportable y áspera!

Tú fuiste, xunio, testigo

de lo qu'este fraile narra.

Direvos que el instituto

del que mi romançe trata,

entre sudor e calores,

d'inquietud hormigueaba.

Ya son las evaluaçiones,

ya s'açerca la hora amarga,

en que a los quartos de ESO

la nota final se daba.

Concurren con tal efeto

en una inhóspita sala

un tropel de profesores

con las notas preparadas.

Portan carpetas, listados,

libretillas repuxadas,

axendas e cartapaçios

en donde las notas guardan,

prestas para ser transcriptas

e pasadas a las actas.

Otrosí portan bolígrafos,

lápiçes e estilográficas,

gomas de borrar e reglas,

frascos d'una cosa blanca

que tiene por nombre "típex"

e corrixe las erratas.

En derredor de una mesa,

los profesores s'instalan,

como honrados caballeros

d'aquella corte británica

del barbado rey Arturo,

el de la redonda tabla.

Viérades allí, sentados,

a la profe de Ximnasia

(mexor, de Educaçión Física,

qu'es como agora se llama),

querida por los alumnos

porque los saca del aula

e les presta los balones

para que peguen patadas.

Viérades a uno de Física,

con la frente despexada

e de cuya asignatura

sólo da cuatro chorradas

(qu'en los predios de la ESO,

tal como está la enseñança,

la Física, con la Química

-casi siempre xuntas ambas-,

si se dan, se dan poquiello,

pues son materias "non sanctas").

Viérades allí sentado

al de Lengua Castellana

(que del nombre d'Española

non queda en la LOGSE nada

e de la Literatura...

mexor será non mentarla:

pues, cuando intenta que lean

los mochachos e mochachas

tanto en verso como en prosa

las obras más reputadas

de los autores insignes

que han existido en España,

pues no hay caso: o non las leen,

o non se enteran de nada).

Ved al de Tecnoloxía,

qu'es disçiplina novata

(e que, perdonad al fraile,

non sé muy bien de qué trata),

sentado al lado de un hombre

que suele dar Matemáticas

e que revienta de goço

cuando los alumnos captan

en el secundo trimestre

qué es una raíç cuadrada

(otra cosa bien distinta

es que puedan calcularla

si la su calculadora

non ha las pilas cargadas).

Viérades al de Latín,

qu'imparte Cultura Clásica

(insulso batiburrilo

con que non aprenden nada,

porque la lengua del Laçio

la tienen descomulgada).

Allí se sienta el de Historia,

que ya non da la d'España,

porque da Çiençias Soçiales,

qu'es cosa descafeinada

que sólo enseña el entorno,

sólo muestra la comarca,

sólo el río de su pueblo,

sólo el feudo de su sátrapa,

sólo historia del terruño

(e, para colmo, inventada).

Viérades al profesor

que da clase d'Informática

con el que los arrapieços

muy buenos ratos se pasan

dando golpes al teclado

de vetustos ordenatas,

ora matando marçianos,

ora ganando batallas,

ora atropellando viexas

o aplastando embaraçadas,

mostrando gran virtuosismo

e periçia destacada

en el control d'esos xuegos

de los programas piratas;

ora entrando en internet

-diçen llamarse "internautas"-

para consultar, absortos,

todas las páxinas guarras.

Viérades a la de Inglés,

comedida e recatada,

apocada e silençiosa,

buena chica, un poco pava,

qu'es el pito del sereno

cada veç qu'entra en el aula

e con la que los alumnos

normalmente se descaran,

sin façer ningún apreçio

del habla de Gran Bretaña

(en sacándolos del "fucking"

e otras cuatro marranadas).

Viérades a la de Música,

qu'es harto garrida e guapa,

e interpreta en el piano

melodías acordadas

de Moçart e de Beethoven,

de Schumann, Berlioç e Falla;

pero que siempre, la pobre,

anda como despistada

e non repara en las bromas

que le gastan a mansalva.

Los alumnos de la clase,

han descubierto la graçia

de tirar cosas al suelo

para ver cómo se agacha;

pues, siendo sus faldas cortas

e non gastando ella enaguas,

es fáçil, al inclinarse,

ver la color de sus bragas.

También se suelen reír

con la chocarrera chança

de pedirle, entre codaços,

entre guiños e alharacas

e con açentos procaçes:

-"¿Puedes tocarnos la flauta?"

Viérades allí sentado,

ocupando su butaca,

al cura de Relixión

(me refiero a la christiana)

que lleva desde haçe tiempo

pidiendo liçençia al Papa

para façer exorçismo

a esa tropa endemoniada

de mochachas e mochachos

que hanle tocado en desgraçia.

E viérades al de Ética

(de un filósofo se trata),

que non sabe qué façer

con clase tan iletrada,

salvo poner en el vídeo

çintas çinematográficas,

qu'en los primeros dos meses

se traía de su casa,

pero que, tras el fracaso,

pone lo que ellos le traigan:

la última del "Chuarçeneguer"

o "De Texas la Matança".

Viérades al profesor

que les da clase de Plástica

(que antaño fuera Dibuxo)

y qu'es artista de fama,

que consigue, a duras penas,

que traigan, cada semana,

en los cuadernos de clase

cosas pintarraxeadas:

a veçes le pintan monas,

o pintan cruçes gamadas,

o pintan moças en cueros,

o muy peores guarradas.

Y ved al de Biología,

qu'es materia destacada,

en que, façe pocos días,

quisieron, con unas ranas,

façer de la anatomía

buen aprendiçaxe e práctica.

Començó la disecçión;

mas aquello semexaba

un amasixo sangriento

de vísçeras desgarradas:

volaban las asaduras,

esparçíanse las ancas,

las cabeças por los suelos

sin los sus cuerpos rodaban;

todos, alumnos e alumnas,

con festivas risotadas,

por dentro de las camisas

metíanse las entrañas

d'aquellos pobres anfibios

que otrora libres nadaban.

Fíçose una veç, no más:

a la siguiente vegada

todas las explicaçiones

púsolas en la piçarra.

E ved a la de Francés,

neurótica e trastornada,

que por una depresión

seis meses tuvo de baxa,

e que, façe pocos días

a las aulas regresaba.

Si bien, por lo que paresçe,

debiera volver a casa,

porque ha tornado mohína

en tan sólo una semana:

fuma compulsivamente,

uno ençiende e otro apaga,

la voç se quiebra en solloços

cuando de las clases fabla

e vaga por los pasillos

con aflixida mirada.

E viérades, entre tantos,

otra muy buena mesnada

de los que imparten talleres

(que son disçiplinas prácticas):

taller de silbo gomero,

taller de praxis dramática,

taller de cante flamenco,

taller de loça e çerámica,

taller de xuegos de mesa,

de axedreç, dados e tablas,

taller de cunicultura,

taller de parla vernácula,

taller de papiroflexia,

taller de façer pancartas,

taller de sexualidad

(la amanuense o solitaria,

o la de entre moço y moça,

o la de la usança sáfica,

o a la guisa de Sodoma,

mas con la goma calçada)

e taller d'ortografía

(el que se lleva la palma:

pues de todo el instituto

sólo lo da una mochacha

e, ençima, a regañadientes,

pues teme las amenaças

que le profirió su padre,

cuando leyó unas palabras

que en la lista de la compra

la moça llevó apuntadas,

por no olvidar en la tienda

lo que la madre encargaba:

"arina", "bíno rrosado",

"quatro visteques de baca",

"gisántes", "hazucar", "guebos"

"un vote de merme helada").

La sesión de evaluaçión

dispuesta a empeçar estaba:

el tutor, que era el de Lengua,

les dixo que se callaran

e pidió a la Orientadora

que por favor se sentara.

La Orientadora, psicóloga,

ha en propiedad la su plaça

desde que la LOGSE impera

en los çentros de enseñança.

Sabe al dedillo la ley,

e parla la xerga bárbara

de los psicopedagogos

e de la fauna logsiana.

Comiença la evaluaçión,

las notas allí se cantan:

-"Iván Peláeç Borrego,

con este moço, ¿qué pasa?"

-"A aqueste le quedan seis:

titulaçión denegada".

Mas fabló la orientadora;

d'aquesta guisa fablaba:

-"Non nos permite la LOGSE

façer tan grand canallada:

si a algún alumno o alumna

non superase alguna área

siendo con 'insufiçiente'

evaluado o evaluada,

debe discutirse aquí

si es persona preparada,

si domina las destreças,

los obxetivos d'etapa,

si se axustan los diseños,

si se dan las çircunstançias,

si se fiço adaptaçión

al chaval o la chavala,

si de los proçedimientos

se llevó relaçión clara

e si de las actitudes

quedó notoria constançia.

¿Detectáronsele a tiempo

todas estas problemáticas?

¿Se fiçieron formularios,

programaçiones de aula?

¿Motivósele al efeto

con estratexia adecuada?

¿Fíçose por el tutor

en la clase un soçiograma?"

Muchos de los profesores

se miran, piensan y callan.

Hubo allí largo silençio:

ni una mosca se escuchaba.

Mas luego fabló el de Historia,

bien oiréis lo que fablaba:

-"¡Pero si este moçalbete

las más de las veçes falta,

e, cuando viene, molesta,

grita, xuega, se levanta,

non atiende al profesor,

non estudia, non trabaxa,

non se está quedo un momento,

de los profesores pasa,

es deslenguado, soeç,

torpe, neçio e tarambana!

¿Cómo darle el mismo título

que al que se aplica e se afana

e saca muy buenas notas

e cumple normas e pautas?

Sería inicua inxustiçia,

sería indeçente práctica,

sería de los calçones

façer muy grande baxada."

Los profesores se miran

e, con voç amortiguada,

se comentan a la orexa

las cosas que allí se tratan:

los más pareçen de acuerdo,

otros niegan e rechaçan.

-"¡Cómo puedes deçir eso!"

Ya la orientadora exclama.

-"¡Non quieres tener en cuenta

la normativa aprobada!

¿Te has leído el Plan de Çentro?

¿Has repasado las páxinas

de los valiosos Diseños

Curriculares de Etapa?

¿Practicas la evaluaçión

continua e bien adaptada?

¿Non aplicas en tu clase

la enseñança igualitaria?

Si el mochacho non te atiende

será porque usas la práctica

de la liçión maxistral,

qu'es retrógrada e nefasta.

Debes dar motivaçión

a educando y educanda,

desçender de la tarima,

qu'es plataforma tiránica;

debes ser más solidario

con chavales e chavalas,

darles menos contenidos,

que non façen mucha falta,

e mirar sus intereses,

captar bien su idiosincrasia

et educar en valores

de soçiedad democrática;

ser más tolerante e lúdico,

ser con ellos camarada

e mostrarte comprehensivo

en cada unidad didáctica."

-"Pero, en aprobando a aqueste,

¿quién el título no alcança?

Veremos el curso próximo

cómo se asienta en las aulas

e cursa el bachillerato,

ansí, por toda la cara,

un tropel de analfabetos,

de vagos, xetas e maulas,

de mochachos inorantes

e de iletradas mochachas

que non façen ni la o

con el hueco de una caña."

Subieron las discusiones,

arreçiaron las palabras,

se esgrimieron çirculares,

leyes, fueros e ordenanças,

fablóse allí de prinçipios,

de posturas reacçionarias,

de los derechos humanos

e fasta de democraçia.

De lo divino e lo humano

todo el mundo allí fablaba.

Llevaban ansí tres horas

e el personal se cansaba.

Fasta que un profesor dixo:

-"A ver, ¿cuántas le quedaban

al moço que, por el título,

la disputa orixinara?"

-"Quedábanle seis"- Responden.

-"Pues yo, que doy Matemáticas,

las cuales eran suspensas,

pues... me dispongo a aprobárselas."

-"Ya sólo son çinco, entonçes."

Y la de Francés, que estaba

mohína y entristeçida,

a punto de echar las lágrimas,

dixo con voç melancólica,

morteçina e apagada:

-"Ponle aprobado en Francés."

-"E apruébale también Plástica."

(Sonó la voç del artista,

que tenía enormes ganas

de acabar las discusiones

e irse a pintar a su casa)

-"Pues yo, para no ser menos,

le apruebo Cultura Clásica."

E, ansí, aprueba que te aprueba,

el "típex" se chorreaba,

sumerxiendo los suspensos

baxo una pátina blanca.

El tutor, los "sufiçientes"

prestamente rotulaba:

-"Iván Peláeç Borrego:

quédanle dos, luego... ¡pasa!

Y se acabó, compañeros:

firmad al pie de las actas."

 
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