A un ciego trincón y trimillonario (cequigrama)
Un Descoñocido y Caranva Romero
Un ex jefe socarrón,
hablando de su economía,
quiso dar una lección
y dijo que se despedía
sin percibir ni un doblón.
-Dispense, usted, que le diga
-replicó don Tolomeo-,
yo eso no me lo creo.
-Pues su crédito consiga
un triplón pa mi recreo.
Admiróse el orbe entero (cequigrama)
N. F. de Morrotín y Caranva Romero
Admiróse el orbe entero
de ver que los ciegos de España
se daban muy buena maña
para ganar su dinero.
Diabólico es, y artero,
dijo inocente un muchacho;
que algunos llenen el tacho
sin pensar en los demás,
y riéndose por detrás
de falso poder borrachos.
Sindícate, y verás (cequigrama)
A. Ribó y Fontseré y Será, y Caranva Romero
cortando un cupón don Justo,
vendedor sobresaliente,
se le metió en la mente
sindicarse con gusto.
Lo hizo con tal presteza
y con tanta gracia y bien
que muy pronto olvidó quien
era, y de su fin con destreza.
El Convite (cequigrama)
Culónimo y Caranva Romero
Ayer convidé a unos cuantos;
se llevaron los dineros,
los servicios casi enteros,
inmuebles, otros tantos.
Doyles sueldos desmedidos
y me sueltan sin rubor
que ganan lo que en rigor
y en justicia han decidido.
¡Qué golfos! (cequigrama)
Nicolas F. de Cuponcín y Caranva Romero
Los productos de un ciego
Miraba el jefe Tangolfo,
Y enternecido exclamaba:
"¡Válgame Dios lo que somos!"