SIÉNTATE CONMIGO
  Glosa a la Sole (Rafael de Leonce y Caranva Romero)
 

 

 

Glosa a la Sole

Rafael de Leonce y Caranva Romero

¿Te acuerdas de aquel ripio

que leímos aquel día

en braille, sin conocer

quién transcrito lo había?

Pero qué estilo, qué duende,

qué sentimiento y qué tos;

creo que se nos borraron

los puntitos a los dos.

"Toíto te lo consiento

menos fartarle a la ONCE;

que a una ONCE no se encuentra

ni ahora, ni entonces.

No pienses que va to esto

por la próxima elección.

Tú sabes que por ti tengo

grabás en mi corazón

dos equívocas letrillas

que como mías no sintiera

ni en ésta, ni en anteriores

elecciones ganaderas.

Pero es bonito el ripio

y se lee muy bien, hombre:

"Toíto te lo consiento

menos fartarle a la ONCE..."

Y me enterao, casuarmente,

de que le fartaste, ¡joé!;

y nadie me lo ha contao,

nadie, pero yo lo sé.

Yo tengo entre dos pasiones

mi corazón repartío.

Si me encuentro a una jodía

es que la otra la ha jodío;

y mira, yo sí me quejo

de tus caprichos constantes.

¿Quieres un cargo? ¡Catorce!

¿Un reló? ¡De oro y que hable!

Y sí que me importa que la gente

vaya de ti murmurando,

que ganas más que un ministro,

que mucho tegusta el mando,

que en la diestra y la siniestra

tienes un par de agujeros

por donde se va a los baños

el río de los dineros...

Cómo que ¡y a mí qué...?

Espero que de mi lao

de una vez te desepares,

porque la ONCE fue pa muchos

lo mismito que una mare.

Porque esa gente con miedo

que no te alza la voz,

sólo ha tenido contigo,

según mandaras, sí o no;

que anda como adormilá

que sí gime y suspira,

que se le llenan los ojos

de rabia cuando te mira;

que te mantiene con cupones;

que confió en tus manos

la fiel administración

de un buen y leal cristiano,

Y algunos, tiempo hace ya,

consumieron su juventú

cuando eran cuarenta veces

mucho mejores que tú.

Tienes que hacerte a la cuenta

de que no está en los artare

porque ya te has cargao

a la que fue buena mare.

Por eso la fobia que te tengo

se la debes a su amor,

que yo me junté contigo

porque ella me lo mandó.

Conque a ver si tu conciencia

se aprende esta copla mía

mu semejante a aquer ripio

que leímos aquer día

en braille, sin conocer

quién transcrito lo había:

"A la ONCE de mi arma

la quiero desde la cuna;

por Dios, no me la avasalles

que ONCE no hay más que una

y a ti..., más vale que calle.

 

 

 

 
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