Un soneto me manda hacer Maquiabelo,
en mi vida me he visto en tal aprieto;
mas como no me espanta ni un solo reto,
burla burlando me viene al pelo.
Yo pensé que mirando al cielo
vería salir, ciertamente inquieto,
al Arcángel San Miguel: ¡el cuarteto
que a la ONCE arrastró por el suelo!
También tercetos fueron entrando
por ellos, y ayudándoles de hecho
para irla poco a poco derribando.
Ya estamos por aquí, y sospecho
que los ciegos andan buscando
el amparo del Estado por derecho.