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  Siete Tontas Canciones (Caranva Romero)
 

 

 

Siete Tontas Canciones

 

Caranva Romero

 

I

Triunfar y realizarse

es lo que quiere el hombre;

también quiere liberarse

y no quedarse en el molde.

Pero no encuentra en camino

porque hacia dentro no mira;

de la materia ha comido

y así no arregla su vida.

ESTRIBILLO

Las cadenas rompamos

de nuestro pensamiento,

que salga el sentimiento

y siempre, siempre vivamos

con el amor muy adentro

de nuestros seres hambrientos.

Analfabeto es el hombre

en el campo espiritual,

y aunque esto a todos asombre

es la pura realidad,

pues del Espíritu parte

la energía vital,

que es el amor vibrante,

ignorado por demás.

ESTRIBILLO

Las cadenas rompamos

de nuestro pensamiento,

que salga el sentimiento

y siempre, siempre vivamos

con el amor muy adentro

de nuestros seres hambrientos.

 

II

Pueblos y pueblos desiertos

han quedado en mi tierra;

¿quién los volverá a poblar

para que así no se pierdan?

Y más que superpobladas

muchas ciudades están;

el que un poco las despueble,

buen despoblador será.

ESTRIBILLO

Desde el campo a la ciudad

el camino duro es;

pero aún es mucho más duro

si te obligan a volver.

Muchos se fueron pensando

que, en la ciudad, sí tendrían

una cosecha segura

aunque hubiera malos días.

Pero surgió otro problema

al que le llaman "el paro",

que si alguien no lo remedia,

lo pagaremos muy caro.

ESTRIBILLO

Desde el campo a la ciudad

el camino duro es;

pero aún es mucho más duro

si te obligan a volver.

El campo tiene futuro

y la ciudad, cómo no,

pero hay que saber buscar

el equilibrio mejor.

El hombre puede hacerlo,

porque facultades tiene;

pero debe eliminar

los creados intereses.

ESTRIBILLO

Desde el campo a la ciudad

el camino duro es;

pero aún es mucho más duro

si te obligan a volver.

 

III

Entre estas cuatro paredes,

con el silencio por testigo,

he salido ha pasear por mi alma

y me he encontrado contigo.

Hace ya bastante tiempo

que nuestro amor terminó.

Tener experiencias quería,

llegar donde nadie llegó.

He tenido muchos amores,

he tenido muchos amigos;

ni una sola vez he llorado

y muchísimo me he reído.

Pero cansado de tanta inconsciencia,

me puse a buscar mi yo,

mi gente me dio la espalda

y solo conmigo estoy.

¿Dónde estarás tú chiquilla!

Quisiera tenerte aquí,

decirte que estoy perdido,

que me ayudes a discernir.

Yo mañana te buscaré,

pues ahora me doy cuenta,

que el tiempo de nuestro amor

me pide que dé la vuelta.

Pero el tren de la existencia

solamente pasa una vez:

el tiempo que se ha perdido

no vuelve jamás, lo sé.

 

IV

Me dio un día por soñar

un mundo de luz y sol

en el que la oscuridad

fuera una burda ficción.

Pero alguien me dijo que

en el mundo todo está

dispuesto por el que Es

en un dualismo fatal:

fidelidad y traición,

tristeza y alegría,

el odio y el amor,

la muerte y la vida;

espíritu y materia,

el placer y el dolor,

la abundancia y la miseria,

la verdad y el error.

Un día me pregunté:

¿Porqué aquél que mucho sabe

estima que su saber

muy poco o nada vale?

Pero alguien me dijo que

en el mundo en el que estamos

hay tanto por aprender,

que todo lo ignoramos.

Caminemos todos juntos

en pos del real saber,

busquemos en nuestro mundo

al hombre que debe ser;

y así todos descubrir,

que no hay dualismo fatal,

sino una vida feliz

sin principio ni final.

 

V

Una mujer me decía

que nada son los celos;

o son imaginaciones,

o son unos buenos cuernos.

Otra mujer me decía

"son un invento los cuernos,

pues cada uno es muy libre

de darle marcha a su cuerpo".

ESTRIBILLO

Pero yo digo

que el amor de verdad,

no conoce los celos

ni los conocerá,

porque el amor

es confianza

que a los cuernos no deja

ni siquiera que nazcan.

Un hombre a mí me decía

que los celos algo son;

se meten en la cabeza

y a cien te va el corazón.

Otro hombre a mí me decía

que los cuernos no se ven,

mas duelen al que los lleva

y al otro le dan placer.

ESTRIBILLO

Pero yo digo

que el amor de verdad

no conoce los celos

ni los conocerá,

porque el amor

es confianza

que a los cuernos no deja

ni siquiera que nazcan.

 

VI

¡Cuántas ilusiones!,

¡cuántos sueños por el suelo!

¡Y pensar que contigo

creí que la tierra era el cielo!;

pero me equivoqué.

Ahora mi alma,

en negra noche sumida,

cree estar soñando

y que todo esto es mentira

pero no lo es.

ESTRIBILLO

me voy para siempre, ¡adiós!;

no puedo quedarme aquí;

la mentira de tu amor

me produce tal dolor

que sólo pienso en huir.

¡Dios mío qué dolor,

qué tormenta en mi interior!

Ruge mi pensamiento

y no hay ni un rayo de sol;

no sé si naufragaré.

Por eso yo quiero,

aunque el mal viaje conmigo,

irme a otro lugar,

buscando estar más tranquilo;

no sé si lo lograré.

ESTRIBILLO

Me voy para siempre, ¡adiós!;

no puedo quedarme aquí;

la mentira de tu amor

me produce tal dolor

que sólo pienso en huir.

 

VII

Sobre mi pecho dolido

septiembre escribió tu nombre

con letras de sueños nuevos

que no quiero que se borren,

porque es el eco que me habla

de tu dulce y tierna alma.

Pero la distancia y los años

pretenderán apagarlo.

ESTRIBILLO

No dejes que se apague,

no dejes que se borren,

porque el amor está cerca

y salta sobre los montes.

Digo tu nombre, pequeña,

y tu voz resuena en mi mente;

siento yo tus manos de seda

y tu cuerpo lejano me enciende,

porque eres tú la mujer

que llena entero mi ser.

Pero la distancia y los años

querrán de ti vaciarlo.

ESTRIBILLO

No dejes que se apague,

no dejes que se borren,

porque el amor está cerca

y salta sobre los montes.

 

 

 

 
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