Lima VII
De la sala en el ángulo oscuro,
por el centro muy bien preparadas,
en tinta y repletas de puntos
las hojas estaban.
¡Cuánta trampa duerme en sus letras,
como el ciego lo hace en la trama,
esperando la mano que oriente
miedo e ignorancia!
¡Ay!, pienso; ¡cuándo, por fin, el ciego
no irá sino en pos de su alma,
y una voz, como Lázaro, no espere
que le diga: "¡Levántate y anda!"
Lima XVII
Hoy la ONCE y el Estao no me sonríen;
hoyvuelve haber otra elección;
hoy yo he ido... yo he ido y, sí, he votado...
¡Hoy no creo en Dios!
Lima XXI
¿Qué es tiranía?, dices mientras clavas
cual judío, a los ciegos en la cruz.
¿Qué es tiranía? ¿Y tú me lo preguntas?
Tiranía... eres tú.
Lima XXIII
Por un paraguas, un aval;
por una maleta, un sufragio;
por un cargo... ¡yo no sé
qué te diera por un cargo!
Lima XXXVIII
Las promesas son aire, y van al aire.
Los votos son papel, y a la trituradora van.
Dime, jefe: cuando del vendedor te olvidas,
¿sabes de quién se acordará?
Lima LII
Volverán los oscuros upepinos
las elecciones con sus modos a ganar
y, otra vez, con mal arte a sus votantes
mintiendo seguirán.
Pero aquellos que sin duelo criticabann
la cara dura y mentira a contemplar,
aquellos que aprendieron vuestros nombres...
ésos... ¡no olvidarán!
Volverán los tupidos ciegos-trepas
de tu jardín las tapias a escalar,
y a la pobreONCE, cada vez más tiesa,
entre todos dejarán.
Pero aquellos, ya repletos sus bolsillos,
y a quienes creíamos sin más,
huyendo de la quema un día,
¡como reyes vivirán!
Volverán de la ONCE en tus oídos
las palabras vacías a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y ciego y de rodillas,
mientras te advierte Dios ante su altar,
piensa, no seas necio...desengáñate,
¡no los votes nunca más!