SIÉNTATE CONMIGO
  A una Nariz, Soneto (Francisco de Quevedo)
 

 

 

A UNA NARIZ

Francisco de Quevedo

Érase un hombre a una nariz pegado,

érase una nariz superlativa,

érase una nariz sayón y escriba,

érase un pez espada muy barbado.

Érase un reloj de sol mal encarado,

érase un alquitara pensativa,

érase un elefante boca aariba,

era Ovidio Nasón mas narizado.

Érase un espolón de una galera,

érase una pirámide de Egipto,

las doce tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,

muchísima nariz, nariz tan fiera,

que en la cara de Anás fuera delito.

 

 

 

 

 
  Total visitas 907512 visitantes (1747569 clics a subpáginas)  
 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis