Navegación |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Romance del Corregidor y la Molinera (Desconocido) |
|
|
Romance del Corregidor y la Molinera
En Arcos de la Frontera
vivía un molinero honrado,
que ganaba su sustento
con un molino alquilado.
Y era casado
con una moza
como una rosa,
tan guapa y bella,
que el Corregidor mismo,
se apreció de ella.
La visitaba,
la cortejaba;
hasta que un día,
la declaró el intento
que pretendía.
Contesta la molinera:
Vuestros amores admito,
lo que siento es mi marido,
si nos coge en el garlito,
porque el maldito
tiene una llave
con la cual cierra,
con la cual abre
cuando es su gusto,
y si viene y nos coge,
nos dará un susto.
Contesta el Corregidor:
Yo puedo hacer que no venga,
Enviándole al molino,
cosa que allí le entretenga;
pues como digo,
será de trigo
porción bastante,
que la muela esta noche
que es importante,
bajo la idea
que traigo oculta,
bajo la multa
de doce duros,
y con eso podemos
estar seguros.
Al otro día,
sin más porfía,
por cierto vino,
a este molino
un pasajero
que el oficio tenía
de molinero.
Le dice, amigo,
si usted es celoso
yo soy altivo;
váyase usted a su casa,
yo muelo el trigo.
Se ha marchao para su casa
que parecía un cohete.
Y a las doce de la noche,
abre la puerta y se mete;
y en una silla,
ve la ropilla
del corregidor
sin faltar nada:
botas, capa y sombrero,
bastón y espada.
Se la pone el molinero
con contento y alegría.
Toma la vía
para la casa
de su rival.
Llega a la puerta,
le abre un criado
que estaba alerta,
y se va en busca
de la corregidora,
que es bella dama
muy seductora.
Y al verse el molinero
en aquella linda cama,
toda la noche estuvo
como pájaro en la jaula.
Subía y bajaba,
bajaba y subía;
y estuvo toa la noche
hasta ser de día.
Despierta el corregidor
y por la hora procura;
echa mano a su reloj
y ha extrañao la vestidura.
La molinera,
con aire tímido,
dice: esta es la ropa
de mi marido.
Y el Corregidor temblando,
en vestirse nada tarda.
Con capa parda,
chupa y calzones
con mil jirones,
lleno remiendos,
la estola a hylas atadas
con unos vendos,
y unos zapatos
de piel de vaca,
con una estaca
y una montera;
y siguiéndole iba
la molinera.
En fin, llegan a la puerta
y nadie le respondía,
hasta que llamó al criado,
de dentro que se ofrecía.
Abre criado,
abre malvado,
no me conoces
que soy tu amo,
y por qué no me abres
cuando yo llamo.
Anda tu abuela,
anda y no muelas
con esa trama,
que hay rato que mi amo
duerme en la cama.
Despierta la corregidora
y ve que no es su marido;
se echa abajo de la cama
con los ojitos dormidos.
Anda malvado,
por donde has entrado,
que has propalado
mi gran decoro;
anda que ahí abajo,
se sabrá todo.
En fin, tiran para abajo;
cuando juntos ya se vieron,
sin que nadie lo notara,
en un cuarto se metieron,
y como sabios,
allí dispusieron
un gran desquite,
celebrar el suceso
con un convite.
Y estos señores
sirvan de norte,
porque en la Corte
por el dinero,
hay más corregidores
que molineros.
|
|
|
|
|
|
|
Total visitas 970717 visitantes (1868964 clics a subpáginas) |
|
|
|
|
|
|
|