Primero
Rosa Cruz corre que corre
por entre enanas carquejas
que con sus tres filos verdes
el viento osado tajean.
Manos sin brazos la palpan,
ojos sin cuencas la acechan,
lenguas sin boca le escupen
duras palabras sonderas,
y hasta el silencio nocturno
sobre su miedo resuena.
Cual si quisiera alcanzar
la enorme luna de cera
que de la tierra y el cielo
en el linde amarillea,
así corre Rosa Cruz
por un campo de carquejas,
el corazón salto y salto,
prisa y más prisa las piernas.
Un dormilón la precede
girando en vuelos de seda,
la sigue su larga sombra
fantasmal, ágil y terca,
y le castigan la grupa
cual dos látigos sus trenzas.
"¿Adonde vas, Rosa Cruz?
¿Qué fuerza oculta te fuerza
a correr noche adelante,
rumbo a esa luna de cera?"
Así le pregunta el campo
con sus mil voces pequeñas.
Rosa Cruz las oye a todas
pero a ninguna contesta.
II
"Cuando sople el Viento Norte
y esté la luna bien llena,
trae una prenda del mozo
y tres varas de carqueja.
Mas no olvides que ha de ser
de seda blanca la prenda,
y las carquejas, cortadas
las tres con la mano izquierda".
Así le dijo una tarde
la bruja a quien recurriera,
y ella, esa extraña consigna
cumpliendo al pie de la letra,
corre y corre noche adentro
rumbo al rancho de la vieja.
En sus dos chúcaros pechos
un miedo chúcaro tiembla,
y en su grupa dura y firme
las dos trenzas latiguean.
¡Ay, Rosa Cruz, Rosa Cruz!
¡ Si tu novio lo supiera!...
III
Sobre el pañuelo impoluto
que Rosa Cruz le presenta,
la vieja bruja tres cruces
traza con las tres carquejas.
Una cruz, contra el olvido;
otra cruz, contra la ausencia;
y contra cualquier desliz
del novio, la cruz tercera.
Luego el siniestro anular
de Rosa pincha en la yema,
hasta que tres gotas rojas
la blanca seda puntean;
y en la sangre, los tres filos
moja de las tres carquejas,
para que de mal de amor
a Rosa Cruz la protejan,
todos los daños cortando,
cortando todas las penas.
IV
Por el campo, corre y corre,
Rosa Cruz vuelve contenta,
pisando su breve sombra
que huye de la luna llena.
Entre los chúcaros pechos
una gran "reliquia" lleva;
Y en la "reliquia", tres trozos
de las guardianas carquejas
y el jirón de seda blanca
que su sangre enrojeciera.
Las palabras de la bruja
gozo adentro le resuenan,
y hasta el campo las repite
con sus mil voces pequeñas:
"Amor con sangre ligado,
cuando la moza es doncella,
dura mientras dure el curso
de esa sangre por las venas".
¡Ay, Rosa Cruz, Rosa Cruz!
¡ Si tu novio lo supiera!...