estaba er señó Don Hercules
aburrío en er planeta
buscando un rincon de grasia
donde poné una taberna,
cuando ar pasá por er sitio
en que hoy está la Alamea
(que por eso desde entonses
yeva er nombre que yeva),
se paró como embobao
respiró con toa su fuersa
miró al suelo, miró al sielo,
y dijo-¡ gachó, que tierra!
y ya está. Con cuatro tablas,
cuatro bancos, cuatro mesas,
dos barriles, una tisa,
un gato, dos ratoneras
dose chatos, dose cañas,
y dos carteles de feria,
abrió el establesimiento,
y así fué, y puso en la muestra,
en latín, que era el idioma
que en tiempos se hablaba en Serva,
"aquí hay Jerez, hay Casaya,
mansanilla sanluqueña,
vino blanco der Condao,
y unas tapas que marean.
Tapas son boqueronsitos,
rajitas de cosas güenas,
asitunitas, queso, gambas...
Empapantes, según Séneca,
que era de Cordoba, y tuvo
la grasia que tiene er Guerra.
Pos señó que sierto día
que estaba la tasca yena
y había cola de marchantes
hasta la misma barqueta,
pasó por ayí sirbando
un Don Nadie: ¡Julio Sesa!
Pasó hasiendose er panoli,
como aquer que no se entera,
pero con er rabo er ojo,
leyó hasta er libro de cuentas
- que son las anotasiones
que en er mostradó se yevan-.
Carculó que aquer negosio
era mayó que la Venta,
y agarrando por las plumas
a uno que estaba a su vera,
que era sus pies y sus manos.
Le dijo en romana lengua:
-Vamos a meté la pata
a armá bronca, a armá pelea,
a repartí cuatro cosquis
y a quedarnos con la tienda.
Y dicho y hecho. Y cuidao
que esto está en la historia Bética,
y lo que dise mi boca
pué ponerse en La Gaseta.
Julio ensanchó aquer negosio
como hombre de gran sesera:
puso dominó, biyares,
juego de la rana, ersétera.
Puso cosina: dió tapas
calientes: menudo,armejas...
Como guerrero, inventó
la costumbre de la espuela,
que es convidá a los amigos
con una caña a la puerta.
Puso también camarotes
que son cuartos de madera
donde van generarmente
las personas por parejas.
Puso papé matamoscas,
y no puso lus elértrica,
ni timbres, porque er fluido,
es una cosa moderna
y a Julio no le podía
ni pasá por la cabesa.
Con que iba tan bien aqueyo,
que escamao y no le hisiera,
como ér se la hiso a Don Hércules,
un vivo otra jugarreta,
encargó a seis arbañiles,
marchantes de la taberna,
de levantá unas murayas
contra la gente de fuera.
Los hombres de más talento
a lo mejó son babiecas.
No contaba er pobresiyo
(Dios en su gloria lo tenga)
con que no hay podé en lo humano
que no se rinda ni vensa,
ver que hoy es grande, mañana
no tiene ni dos pesetas.
¿Hay más que oí aqueya copla
que a mí me enseñó mi agüela?
castiyos he visto yo
abatíos por la tierra:
nadie fantesias gaste,
que er mundo da muchas vuertas.
Y que los pueblos se agotan
con er vino, y con la juerga,
y los demás agotantes
que mandó la Providensia.
Totá: que una mañanita
yegaron a la Alamea
unos cuantos niños godos
-góticos, pa que me entiendan-
y como era gente joven,
y caprichosa, y resuerta,
le dieron al pobre Julio
er canuto y la lisensia,
y se quearon por amos
una temporá completa.
Pero iba a durarles poco
la ganga, porque ya era
muchísimo er tole-tole
que movía la taberna,
pa que la envidia mardita
se cayara o se durmiera.
¡Pícara envidia! A los góticos
los tomó Alá entre las sejas,
y los echó a puntapiés
la babucha der profeta.
Er profeta fué Mahoma
que un día de primavera
mandó a un chavó con turbante,
media luna,y barbas negras,
a sortá en argarabía
sincuenta mil insolensias,
disiendo que ér se sartaba
a toa la patulea
de los góticos, y ar mismo
San Leandro:¡Er de las yemas!
Lo dejaron solo ar hombre
yamó a un pintó de ayí serca,
y cambió en sinco minutos
er letrero de la puerta:
"se venden aquí arfajores,
arropías cordobesas,
asofaifas, artramuses
-chochos disen en Utrera-
arcuzcuz, asuca, arpiste,
ajonjolises y armendras-.
Y al anunsio, prinsipiaron
a acudí por toas las puertas
de Seviya,¡eche usté moros!
ca uno con sus dos dosenas
de moras, y una de nones,
bonitas como unas perlas.
Gente amiga der regalo
tranquila, con poca priesa,
con vino duro abundante,
guitarras y castañuelas,
según la historia acredita
se dijeron en su jerga:
-Jámala, jámala, jámala;
lo que puesto en nuestra lengua,
significa justamente:
-¡Vamos a vé quien nos echa!
Y yenaron a Seviya
de naranjos y parmeras,
de jardines y de fuentes,
de ajimeses y canselas,
y construyeron la torre
más grasiosa, más esberta,
más arrogante, más fina,
más gitana, más soberbia,
más alegre, más sublime,
más grande, más hechisera,
que nadie en er mundo a visto
contando ya a Adan y Eva.
Una torre- La Giralda-
(aunque no mienten las señas)
que parese que la han hecho
con luses en vez de piedras.
¡Hay que verla! es bien sabío
que en Seviya er So se acuesta
más tarde, y madruga más,
por verse más tiempo en eya.
Y la Luna está esperando
que ér se ponga, con la idea
de desirle a la Giralda:
-¡Toma mi plata, prinsesa!
Y lo mismo que la Luna,
hasen Luseros y Estreyas.
¡Hay que verla! y basta ya
de la Giralda ¡Hay que verla!
¡Así estaban los moritos!
Orguyosos de su empresa,
y echando moros ar mundo
como quien echa alhusema,
y !Que pregones se oían
por plasas y plasoletas!...
De entonses son los famosos:
¿quién me compra una saléa?...
¡Un jardín yevo en er braso!...
¡Calabasas y habichuelas!...
Bueno: pues así es la vía
con sus giros de veleta,
sus mudansas y sus cambios,
sus dichas y sus tristesas.
los vaivenes de los mares
hasen de la roca, arena.
Mahoma, con su chilaba,
tuvo que tomá soleta.
porque San Fernando er Santo
(¡Vaya una persona seria!)
viendo en tierra tan hermosa
tanta gente sin creensias,
se levantó una mañana
con la corona bien puesta,
y montandose en su jaca
más valiente y más ligera,
y ar són de sien mir tambores
y sincuenta mir trompetas,
tomó la oriya der río
publicando en sus banderas:
"¡O echamos de aquí a los moros
o no tenemos vergüensa!"
Lo bueno se lo disputa
la humanidá pajolera.
Y en poco más de unos meses
de batayas y contiendas,
con la ayuda de la Virgen
de los Reyes, que se cuenta
que ar Rey se le aparesió
a la entrá de Castiyeja,
no dejó de punta a punta
de Seviya la agarena,
ni un turbante, ni una daga,
ni un jalique, ni una chinela,
ni...¿como lo diré yo
por desirlo bien de veras?
Vaya, no dejó...¡ni er queso
de un dátile pa la siembra!
Luego empesó a poné cruses
en torres y asoteas;
ordenó que se cantasen
misas en toas las iglesias;
Fundó la misa der Gayo,
que se dise en Nochebuena;
Yamó a tos los cabayeros
cristianos de España entera,
y fué la siudá cristiana
y cristiana se conserva.
Testigos de estas verdades,
-a un lao las cuchufletas-
son Santas Justa y Rufina
-las hermanas arfareras-
er Cachorro de Triana,
la que está en la Macarena,
er Jesus der Gran Pode
y la de las sigarreras;
pa no sitá sino argunos
de los mir que se veneran.
Como en Semana Sannta
se oyen ayí unas saetas,
que al hereje más hereje
lo convierten a la Iglesia.
Señora de los Dolores
Madre y Divina Donseya,
en donde pones tu planta,
floresen las asusenas.
Los demás datos históricos,
ya vienen a estar tan serca,
que son cosas que conosen
los chiquiyos de la escuela.
Arfonso er Sabio, er que dijo:
No Madejado esta tierra.
En el escudo está puesto:
un NO, un DO, y una madeja.
El hombre de las Partías.
Fueron siete, pero buenas.
Y les yamaron Serranas
porque las pensó en la Sierra.
Después Don Pedro, un muchacho,
un Periquito entre eyas
que emparedaba a su padre,
y que tostaba a su abuela.
Unos disen que un bendito,
y otros disen que una fiera,
a quien metió en un sapato
Mariquiya la pequeña.
Por fín Velazquez, Muriyo...
¡Na! ¡Dos pintores de puertas!
Martínez er Montañés,
un manco de la derecha
que hiso toritos de barro
y milagritos de sera...
Y de la gente de pluma
¡Vayan con Dios los poetas!
Nicolas, er romansero,
y despues Lope de Rueda,
y despues Rodrigo Caro,
y despues Fernando Herrera,
y ¡Que se yo!...hasta er romántico
que le dijo a una asusena:
Porqué son, niña, tus ojos
verde como el mar, te quejas.
Que son ganas de quejarse
que tienen argunas hembras.
Y así, roando, roando,
de eminensia en eminensia,
yegamos a mi persona
como quien baja una cuesta.
Pos güeno: de toa esa gente,
de toas las rasas esas
que en la grandiosa Seviya
vivieron, dejando hueya,
de tos, ¡Que cosa más grande!
yevo yo sangre en las venas.
Y er que dude, si arguien duda
na más que con mi presensia,
que se esté un ratito quieto,
y abra los ojos, y vea,
y los oidos, y oiga
esta dansa que ahora empiesa
que es la historia de Seviya
metía en veinte farsetas.
La salía es de los tiempos
de Don Hercules. ¡Canela!
Esto ya es neto romano.
¡Si lo viese Julio Sesa!
Esto es su mijita gótico.
¡Filigranas de encajera!
Esto es más moro quer Papa....
y esto es morisco de sepa.
¡Vaya armiba!, ¡Vaya arrope!
¡Vaya arcanfó!, ¡Vaya esensia!
Esto es cristiano.¿hay cristiano
que un repeluco no sienta?
Y esto es mio, ¡Mio, mio!
¡Pastora con toa su mezcla!
Y aquí termina la historia
de Seviya y sus grandesas.
¡Y viva España, que tiene
esa joya en su diadema!.
Madrid, Diciembre de 1916