Tengo Plata en los cabellos.
Tengo Oro en los dientes.
Tengo arena en los riñones.
Tengo Azúcar en la sangre.
Tengo cataratas en los ojos.
Tengo cristales en el pis.
Tengo piedras en el hígado.
Tengo prótesis de platino.
Tengo plomo en la sangre.
Tengo Agua en las rodillas.
Tengo Hierro en las articulaciones.
Y Tengo una fuente inagotable de Gas Natural.
¡Nunca pensé que a partir de los 50 se pudiera llegar a tener tanta riqueza!