Introducción
Calavera Literaria
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La calavera literaria es una composición en verso tradicional en México. Suelen escribirse en vísperas del Día de los muertos.
Historia
Antiguamente conocidos como panteones, estos versos nacieron en el siglo XIX a modo de epitafio burlesco y como modo de expresar ideas o sentimientos que en otras oportunidades sería difícil decir. Fueron frecuentemente censurados o destruidos ya que, por lo dicho anteriormente, también servían como medio para expresar descontento con los políticos de la época. Las primeras calaveras impresas fueron publicadas en 1849, en el periódico El Socialista, de Guadalajara.
Los dibujos que suelen acompañar los versos son conocidos con el nombre de La Catrina o Calavera Garbancera, figura creada por José Guadalupe Posada y bautizada por el muralista Diego Rivera.
Características
* Son versos irreverentes, escritos a modo de epitafios, retratando a las personas como si estuvieran muertas.
* Se utilizan para canalizar sentimientos que en otro contexto sería difícil expresar.
* Suelen acompañarse de dibujos de calaveras.
1. Calavera a Arelis Ortiz Rodríguez
Joan Segura Ribes - 20/10/2015
Contenta está cantando
Arelis en su cocina
cuando de pronto una china
le grita desafinando:
-Esto no se puede aguantar,
cantante de la gran villa,
que me duele la coronilla
de oirte cantar y cantar-.
Arelis enfurecida
va i le lanza una maldición:
-Que se te lleve el corazón
la calaca malnacida-.
Mas la vecina no es china
y riendo alocada
la calaca disfrazada
deja ver su faz canina.
-Ha llegado el gran momento
que te lleve al campo santo,
y verás con gran espanto
tu tumbita de cemento-.
la delgada sin contención
ríe y ríe y se desmonta,
pero Arelis que no es tonta
va pensando su reeacción.
recordó que su amiguita,
mejicana por más señas,
le contó como a la greñas
la dejó bien reblandita.
Como Arelis el asunto
del merengue lo domina,
averigua, la muy fina,
de la flaca el flaco punto.
Sonríe la macorixana,
no necesita más pensar,
y se pone a merenguear
como buena dominicana.
atrapada la flacucha
por el ritmo contagioso
los huesitos sin reposo
mueve así con gracia mucha.
y las dos merengueando
con las caras sonrientes
van bailando entre las gentes
y el tiempito va pasando.
y el merengue es general,
la alegría desbordante
todos viven ese instante..
¿Quién desea un funeral?
¿enterrar? ¡Qué disparate!
A la plaza han llegado,
y en un bar se han sentado
a tomarse un chocolate.
2. Calavera a Luz del Carmen León Wido
Joan Segura Ribes - Noviembre de 2015
Yo conozco a una muchacha tecladista
Que canta en Mexicali sus canciones,
Rellenando de emoción los corazones,
De bomberos, arquitectos y dentistas.
La muchacha canta y canta todo el día
Y su éxito recorre todo el mundo,
Ay, llegando hasta el sitio más profundo
Donde mora aquella flaca resentía.
Y a la parca que no puede soportar
Que la niña así cantando, bien triunfe,
la malicia tanto y tanto la confunde
Que por poco al resbalar se cae al mar.
Luz del Carmen que no sabe de maldades,
Canta y canta todo el día sin cesar,
Y a la tumba la quisiera enterrar,
La flaca que imagina crueldades.
Esta chica es tan astuta y tan traviesa
Que consigue a la flaca exasperar
Al hacerla de repente estornudar
Con los polvos pica-pica que le echa.
Pero un día la aterra un gran espanto
Cuando ve que se le acerca esta vieja
Y la agarra y la lleva de la oreja
De paseo por allá en el campo santo.
Finalmente ha comprendido la muchacha
Que a la vieja, travesuras, ni hablar,
Y queriéndose con ella congraciar
Va y le canta bien ritmada una guaracha.
Gusta tanto a la calaca este ritmito
Que no puede resistir la tentación
de gozar con frenesí el bacilón,
y menea suavemente sus huesitos.
Ya no piensa en enterrar la huesudita,
Y la chica ya no siente ni un temor,
Sólo cantan, sólo bailan con fervor,
Y al final, se van del brazo agarraditas.
3. Calavera a Carlos Andrés Vallejo
Joan Segura Ribes - Octubre de 2015.
Aquí está Carlos Andrés,
quien Desde hace varios meses,
va tecleando con los pieses,
El Quijote al revés.
Qu'es un chico aventurero
yo lo supe así de fijo
cuando un sábado me dijo
que quería ser torero.
Amigo mío, no te esfuerces
y ve cesando en tu intento,
que ya se te acerca el momento,
de que tus rezos comiences.
no lo entiende el muchacho
y en el intento insiste,
y resiste y persiste,
encerrado en su despacho.
enfrascado en su empeño,
él de nada se da cuenta
y la calaca revienta
para darle eterno sueño.
Ay, Carlitos, no vigilas;
que la parca ya sonríe
que de ganas se refríe
y te va a quitar las pilas.
date la vuelta, hermano,
que la tienes justo atrás
que si rápido no vas
te convierte en un gusano.
el muchacho asustadote
por el balcón quiere saltar,
pero la flaca sin dudar
me lo agarra del cogote.
-Que De mí, nadie se escapa,
pues pa ti ya tengo lista
bien a punto de revista
una tumba con su tapa-.
-No me lleves que aún soy peque-.
Va gritando el infeliz,
y en un acto muy feliz,
me le plantifica un cheque.
-¡Tú, qué haces, desgraciao!,
¿que me quieres sobornar?
si aquí no hay ni pa pagar
tan siquiera un ColaCao-.
Como el cheque fue un fracaso,
piensa raudo otra patraña,
pa que la de la guadaña,
no se acerque más ni un paso.
y mientras riñendo están,
se le activa la razón,
ya encontró la solución:
va y la invita a un pacharán.
La huesuda se relame
y ya siente un calorcito,
me le pide otro vasito
de aquel licor nada infame.
Carlos, chico diligente,
se lo llena otra vez,
porque así quizá tal vez,
la flacucha no lo aviente.
La parca a cantar empieza
una jota bvien jocosa,
y que bien que va la cosa
con ardor y con viveza.
Carlos, junto al ataúd
la segunda voz le hace
y del corazón le nace
un punteo en el laúd.
jotas van y jotas vienen,
va corriendo el pacharán,
canta que te cantarán,
así ambos se entretienen.
Poco a poco el alcohol
a la flaca adormece,
y la deja que parece
muñequito de guiñol.
Para más seguro estar,
él le cuenta una historia
de aquellas de su Soria
y la huesos, a soñar.
Se durmió sin rebeldía,
la calaca en la noche.
Cuando Carlos se va en coche
ya reluce el nuevo día.
4. Calavera a Joan Segura ribes
Luz del Carmen León Wido - Octubre de 2013.
Joan se encontraba pensando,
en una magia musical;
y al estarla preparando,
escuchó a alguien llegar.
La parca lo andaba buscando,
pues quería negociar;
si no tocas algo en tu guitarra,
entonces te he de llevar.
¡Espera un poco!, dijo el músico,
¿No ves que estoy trabajando?
tengo bastantes pendientes,
y apenas voy terminando.
¡Excusas! Respondió la flaca,
no me dejas otra opción;
más que llevarte al panteón,
ahí haces lo que quieras.
5. Calavera a Luz del Carmen León Wido
Caranva Romero (octubre 2015)
A la sombra de un cifrés
y en una cajita de pino
(cosas del destino)
yace desde hace un mes
la luz de mis ciegos ojos,
carmen de mi corazón,
calmante de mis enojos,
sol para un calentón.
Pero no crean que está muerta,
es que le entró la flojera,
tan grande y duradera
que todavía no despierta.
Sal de tu estado de coma,
bebe, duerme y reposa
porque el trabajo, y no es broma,
que te espera tiene su cosa.
6. Calavera a Joan Segura Ribes
Caranva Romero (octubre 2015)
Vino la parca un día,
a traición y a oscuras,
a llevarse a Joan Segura
que a ello se oponía.
Camino del campo santo,
el cortejo funerario
(suceso extraordinario)
se detuvo con espanto.
poco a poco la tapa
del féretro fue abriéndose
mientras iba oyéndose
una voz que nos atrapa:
¡La magia musical
por Joan segura Ribes!
Al cementerio no arribes
que tu muerte es virtual.
Y resucitó nuestro amigo.
su guitarra hizo vibrar,
y la magia que consigo
va, la música amar.
7. Calavera a Felipe Rubio Marmolejo
Luz del Carmen León Wido - Noviembre de 2014.
Felipe estaba en la radio,
realizando su programa;
y la muerte llegó armando,
un tremendo melodrama.
"¡No me has mandado saludos,
Y me siento olvidada!;
si no vienes hoy conmigo,
me pondré muy enfadada".
No le quedó más remedio,
a Felipe que aceptar;
y fue así como la flaca,
por fin se lo pudo llevar.
Sus amigos están tristes,
pues llevarán a enterrar,
al compañero Felipe;
que ya no podrá ni cantar.
8. Calavera a Luz del Carmen León wido
Felipe Rubio Marmolejo - Noviembre de 2014
Triste su calavera,
ya la llevan a enterrar;
a la Luz por ser chaparra,
al panteón van a llevar.
Los dulces y chocolates,
ya no podrá saborear;
la calaca se la lleva,
al panteón municipal.
Lo siento amigos, lo siento,
ya no podrán escuchar;
esa voz tan cantarina,
en la radio general.
Pues la Luz ya se ha dormido,
ya no podrá despertar;
los dulces y chocolates,
me los tendré qué tragar.
Ya con esta me despido,
ya me voy con mi cantar;
Lucecita, ya te has ido,
yo también te he de extrañar.
9. Calavera a Arelis Ortiz Rodríguez
Caranva Romero (noviembre 2015)
Vengo, Arelis Ortiz,
al pie de tu sepultura
en noche triste y oscura
desolado, infeliz,
para decirte, amiga,
lo que en vida no te dije:
que tu amor me aflige
y tu voz me abriga;
que tu luna de agua brilla
por aquí y por allá,
por Cristo, Buda y Alá,
cual grandiosa maravilla;
que a través de mis manos
estas palabras escribo
como epitafio votivo
entre muy buenos hermanos,
que se cuentan de verdad
mil historias distintas
sin que tu voz ya extinta
rompa nuestra hermandad.
Ay, Arelis, menos mal
que todo fue un sueño
y que, por fin, ya soy dueño
de nuestro mundo real
en el que estás muy viva,
sigues cantando y cantando,
sufriendo, riendo y amando
para que un día yo lo escriba.