—Queridos oyentes, bienvenidos una semana más a Entrevista a la vista. Nuestra invitada de hoy es Tamara Sagasta, una mujer que asegura hablar usando únicamente la vocal "a". ¿Es correcto, Tamara?
—Ajá.
—Bien, comencemos con unas preguntas sencillas para conocerla un poco mejor y comprobar si es cierto eso que dice. ¿Le parece?
—¡A la carga!
—¿Cuál es su nombre completo?
—Ana Tamara Sagasta Cañada.
—¿Estado civil?
—Casada.
—¿Profesión?
—Azafata.
—¿En qué pueblo o ciudad vive?
—Casafranca.
—No lo conozco… ¿a qué provincia pertenece?
—A Salamanca.
—¿Me diría el nombre de la calle?
—Santa Bárbara.
—¿Cuál es su color favorito?
—Naranja.
—¿Su película preferida?
—Casablanca.
—¿Y alguna más moderna?
—Cazafantasmas.
—Esa es de los ochenta. Una más reciente, por favor.
—Avatar.
—Vaya, parece que viene bien preparada. Pero estoy dispuesto a lograr que diga alguna vocal que no sea la "a".
—Fracasarás.
—Le apuesto cincuenta euros a que lo consigo.
—Va, arranca.
—Vamos allá. ¿Programa de televisión favorito?
—Pasapalabra.
—¿Y alguno que no soporte?
—Las campanadas. Vaya mamarrachada…
—¿Qué países le gustaría visitar?
—Madagascar, Panamá, Canadá, Malta, Bahamas… —¿Dónde veranea?
—Matalascañas.
—¡Qué casualidad! Yo también.
—¡Caramba!
—¿Y qué suele hacer allí?
—Bajar a la playa cada mañana para nadar a braza hasta acabar cansada.
—¿Todos los días?
—A rajatabla.
—¿Cuál es su comida favorita?
—La lasaña, las gambas a la plancha, las patatas asadas al azafrán, la fabada… —¿Le gusta la tortilla?
—¡Vaya!
—¿La española o la francesa?
—Ambas.
—¿Una fruta?
—La papaya.
—¿Un dulce?
—Mazapán.
—¿Su bebida preferida?
—Cava catalán.
—¿Y si no hay cava?
—A las malas… Fanta naranja.
—Caray, es un hueso duro de roer. Sigamos. ¿El mejor invento?
—La batamanta.
—¿Un refrán que suela utilizar con frecuencia?
—"La mala llaga sana, la mala fama mata".
—¿Y su insulto favorito?
—Tragaldabas, papanatas, cantamañanas, patán… —¿Un animal que le guste?
—La salamandra.
—¿Su fiesta predilecta? —Carnaval.
—¿Hace ejercicio?
—Andar a largas zancadas.
—¿Y cómo ha llegado hasta aquí?
—A pata, al tran tran.
—Ya, claro. ¿Una canción de la infancia que recuerde?
—La tarara.
—¿Y un olor?
—A sábanas lavadas.
—Cuando era niña, ¿qué quería ser de mayor?
—Maga.
—¿Y aprendió algo?
—A barajar las cartas hasta machacarlas. ¡Abracadabra!
—¿Practicaba algún deporte en la escuela?
—Saltaba vallas.
—Con esas piernas, seguro que se le daba estupendamente.
—Anda, anda… calla, galán.
—¿Cuál es su merienda favorita?
—Las bambas.
—¿De crema o de nata?
—Nata.
—Ahí se lo he puesto fácil… ¿Tiene alguna manía?
—A patadas.
—Dígame alguna.
—Planchar las mantas, marcar las bragas, cantar a las plantas, alargar las faldas… —¿Y alguna fobia?
—A las arañas.
—¿A quién admira?
—Al gran Rafa Nadal.
—¿Qué aficiones tiene?
—Cantar baladas, cabalgar la jaca, danzar bachata hasta las tantas, armar trampas para atrapar a las ratas… —¿Su peor defecto?
—Malgastar la pasta.
—Ha dicho que está casada… ¿cómo se llama su marido?
—Baltasar Parada Cámara.
—¿A qué se dedica?
—A agarrar la azada, cavar zanjas, plantar patatas… la labranza.
—¿Qué aspecto tiene?
—Cara achatada, barba blanca rapada, gafas, gran panza, nalgas planas, patas largas… calza alpargatas.
—¿De dónde es?
—Catalán.
—¿Y qué hace cuando está en casa?
—Dar la tabarra.
—Hablemos de sus padres. Tengo entendido que pasaron por una época difícil… —Mamá andaba amargada, aplatanada, agazapada tras las mantas… —¿Y usted qué le decía?
—"Pasará la mala racha, mamá".
—¿Era por culpa de su padre?
—Para nada. Papá jamás trataba mal a mamá. La amaba hasta las trancas.
—Pasemos a un tema más ligero… ¿cómo es un día normal en su vida? ¿Qué es lo primero que hace cuando se levanta?
—Lavar la cara.
—¿Y luego?
—Caca.
—Vale. ¿Qué hace después?
—Trabajar para pagar la casa.
—¿Y después de trabajar?
—A zampar.
—Claro, como todos… ¿Qué ha comido hoy?
—Patatas bravas, calamar a la brasa, caballa a la sal, pan.
—¿Y de postre?
—Manzana asada.
—¿Algún chupito después? ¿Limoncillo? ¿Licor de hierbas…?
—Pacharán.
—Vaya, no hay manera de pillarla.
—Jajajajaja…
—Y encima se ríe.
—A carcajadas.
—Dígame, ¿qué va a hacer cuando llegue a casa?
—Abrazar a Baltasar, bañar a la gata, planchar la falda malva.
—¿Y después?
—A la cama.
—¿Lo último que hace antes de dormir?
—Apagar la lámpara.
—Está bien, me doy por vencido. Los cincuenta euros son suyos.
—¡Vaya ganga, chaval!
—Ha sido muy amable concediéndonos esta entrevista, Tamara. Muchas gracias por venir.
—A mandar.
—Hasta la próxima.
—Hasta mañana.
—Y que no la pillamos en un renuncio, ¿eh?
—Jajajajaja… Anda, saca la pasta, gañán.