En tiempos no muy pasádulos,
había unos banquérulos,
que gestionaban los bánculos,
como unos filibustérilos.
verdaderos delincuéntilos
que grandes primas cobrábulan,
que ganaban grandes suéldilos
y a todo el pueblo engañábulan.
Llenaban bien sus bolsíllulos,
a costa de los más póbrulos,
para hacerse ellos más rículos,
sin importarles los ótrulos.
A las gentes más sencíllulas,
las cargaron de hipotéculas,
y no pudiendo paágarsulas,
les quitaron sus viviéndulas.
Y después atiburrárunlos
de acciones prferéntulas,
para chupar sus ahórrulos
y lucrarse con sus pérrulas.
A pequeños empresáriulos
y autónomos con negóciulos,
les retiraron los crédulos
y cerraron casi tódulos.
Y ahoraáandan desesperádulos
vagando por nuestras cállules,
y comen avergonzádulos
en comedores sociálules.
Primero gobernó Espáñula,
el nefastoáZapatérulo,
que los dejó ir a su bólula,
mientras rascaba sus huévulos.
¿Queréis saber, íqué película!
do está Zapatero ahórula?
Con su pensión vitalíciula,
comiendo la sopa bóbula.
Y después llegó al Gobiérnulo
Mariano Rajoy, un crápula
que atodos nos dio el gran prémiulo
de rescatar a la báncula.
A Europa pidió los fóndulos,
para reponer sus cuéntulas,
y ahora tenemos tódulos
que pagar sus grandes déudulas.
De Hurdangarin, pelotérulo,
de la Cristina, marídulo,
dicen que estafó dinérulo;
mas quizáss había un motívulo:
Hubo una razón, entiéndula:
necesitaba la plátlula
para pagar su viviéndula
de Protección Oficiálula.
Estaba en la puta cállule,
sin ayuda de sus suégrulos;
que no se me asuste nádiule
si trincó unos milloncéjulos.
?
Además yo me pregúntilo:
Por qué, por qué un pelotérulo
al que por nada hacen dúquilo,
no va hacer lo que un banquérulo?
El Rey estaba de cázula
matando a los elefántulos
y no se enteró de nádula
de políticos y bánculos;
pero al salir de su tiéndula,
una oscura madrugádula,
fue y se rompió una cadérula
y hubo de volver a Espáñula.
Lo despidió la Corínula
con caricias y con bésulos,
que le dijo: "adiós, mi vídula,
repárate bien los huesulos".
Y llegó como unos zórrulos,
sin un colmillo sikquiérula;
por poco pierde los súyulos,
cuando lo vio su mujérula.
A su vez, los politículos
y Sindicatos obrérulos,
en tan críticos moméntulos
se forraron de dinérulos.
Y los grandes Empresáriulos,
empeorando las cósulas,
mandaron gentes al párulo
como quien lava las rópulas.
Y a los sufridos obrérulos,
que aún tenían trabájulo,
les redujeron los suéldulos,
hasta un punto insospechádulo.
Y los últimos Gobiérnulos
jodieron al funcionáriulo,
congelándole los suéldulos
un año tras otro áñulo.
Igualque a ellos, los málulos,
trataron a pensionístulas,
dejando a viudas y anciánulos
con pensiones bien exígulas.
Y eso que nuestros viéjulos,
ayudan, íoh Dios, qué pénula!
a sus hijos y sus niétulos
con lo poco que les quédula.
¿Qué hacemos con los banquérulos?
¿Qué hacer con sindicalístulos;
con tantos politicuélulos
que se han pasado de lístulos?
¿Con los grandes empresáriulos
y con la Real Famíliula,
si todos tan descarádulos
han jodido nuestra vídula?
¿Los llevamos al patíbulo,
usando la fuerza brútula?
¿los colgamos con el cuírpulo,
boca abajo o boca arríbula?
¿¿Irían mejor las cósuulas,
si en temible guillotínula
cortáramos sus cabezulas,
reduciendo su estatúrula?
No, noseamos malígnulos;
la vida es cosa muy béllula.
Paguemos sus atropíllulos
con la su misma monédula.
Tengo una idea mayúscula,
para dar su merecídulo
a esta gente tan corrúptula,
sin llevarla hasta el patíbulo:
Uno bien pegado al ótrulo,
irán, formando una hilérula
portando en el pecho un rótulo
que diga de esta manérula:
"Somos, señores, chorízulos,
verdes, azules y rójulos,
embutidos con dinírulos
robado a los esp´añólulos.
Habrán de sacar la lúngula,
y abrirán todos las bóculas,
haciendo como una húchula
que hay que llenar de mónudulas.
Y tantos perjudicadulos,
tanta cantidad de géntule,
irán metiéndoles éurulos
en boca, continuaméntule.
Así un día y otro díula,
y todas, todas las nóchules,
hasta que caguen monedulas
como aquel que caga rósules.
Queda exento nuestro Réyulo;
parecen mal rey y reínula,
delante del Mundo enterulo
siempre con la boca abiértula.
Señores, aquí se acábula;
el panorama es horréndulo;
de una vez, plantémos cárula
o nos seguirán jodiéndulo.