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  Cerraron Sus Ojos (Enrique Labarta Pose)
 

 

 

CERRARON SUS OJOS

Enrique Labarta Pose

¡Dios mío, qué chispa...

tiene ese sujeto!

Cerrándole un ojo,

que aún tenía abierto,

taparon su cara

con un saco viejo.

Unos remolcando,

otros cual pudieron,

del templo de Baco

todos se salieron.

El vino del vaso,

que estaba en el suelo,

el fondo guardaba

del muerto pellejo;

y junto a aquel vaso

vese a intervalos,

pasar una mano

sin poder cogerlo.

Despertaba el día,

y a su albor primero...

con ronco ruido

roncaba el del cuento.

Ante aquel contraste

de persona y cerdo,

de cama y de vino,

medité un momento:

¡Dios mío, qué chispa...

tiene este sujeto!

Salió de la casa

entre dos serenos

y allá en la "falcona"

dejaron su cuerpo.

Allí rodearon

sus vinosos miembros,

infinitas pulgas

y otros bichos negros.

Al dar el borracho

un ronquido recio,

acabó su guardia

de echarlo en el suelo;

cruzó por el cuarto,

las puertas gimieron

y el sucio recinto

quedóse desierto.

De un ratón se oía

el roer eterno

y de "ciertas cosas"

el chisporroteo.

Tan lleno de vino,

tan sucio y tan feo

estaba el amigo,

que pensé un momento:

¡Dios mío, qué chispa...

tiene este sujeto!.

De su flaca esposa

la lengua de fuego,

le dio, volteando,

un sermón tremendo.

Del vino en las ropas,

amigos y deudos,

de la oscura cárcel

a sacarlo fueron.

De un bodegón sucio,

oscuro y estrecho

abrieron la puerta

metiéndose dentro.

Allí lo acostaron

y, sin escarmiento,

los otros amigos

a beber volvieron.

Con la lanza al hombro,

perdióse el sereno

por la callejuela,

cantando un jaleo.

La noche se entraba;

reinaba el silencio.

Junto a la taberna

medité un momento:

¡Dios mío, qué chispa...

tiene este sujeto!

En la Nochebuena

(o por otro tiempo)

cuando los borrachos

van midiendo el suelo

y haciendo piruetas

y otros mil excesos,

del que vi aquel día

a solas, me acuerdo.

Allí cae el vino

con un son eterno,

y con él, el agua

que echa el tabernero.

De una oscura esquina

metido en el hueco,

acaso "otra chispa"

duerme algún sujeto.

¿Vuelve el vino al vino?

¿Va la caña al cuerpo?

¿Todo es vino malo

o aún hay vino bueno?

No sé; pero hay algo

que explicar no puedo

y que nos infunde

ganas de beberlo,

y tomar tal chispa...

¡que cante el misterio!.

 

 

 

 
 
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