"... ¡a perro flaco, todo son pulgas!"

"Cuando llegué al edificio descubrí que el viento se había llevado algunas tejas del tejado. Instalé, pues, una viga y una polea e icé dos cajas de tejas hacia el tejado. Una vez terminada la reparación quedaba una cierta cantidad de tejas. Icé de nuevo una caja y até la cuerda en el extremo inferior, volví a subir y llené la caja con las tejas sobrantes. Después descendí y desaté la cuerda. Desgraciadamente, la caja de tejas era más pesada que yo y antes de que comprendiera lo que ocurría, ésta comenzó a descender, elevándome súbitamente en el aire. Decidí agarrarme fuertemente y a medio camino me encontré con la caja que descendía y recibí un gran golpe en el hombro. Continué hasta lo alto golpeándome la cabeza contra la viga y pillándome los dedos en la polea. Cuando la caja golpeó contra el suelo, el fondo se rompió y las tejas se esparcieron por el suelo. Era entonces yo más pesado que la caja y partí hacia el suelo a gran velocidad. A medio camino me encontré la caja que subía y recibí importantes heridas en la pierna. Cuando llegué al suelo caí sobre las tejas, cuyas aristas me ocasionaron numerosas y dolorosas heridas. En ese momento debí perder el conocimiento, pues solté la cuerda. Entonces la caja volvió a descender dándome un violento golpe en la cabeza y enviándome al hospital. Por esta razón pido respetuosamente sepan excusar mi ausencia del trabajo durante unos días."