Alemania Lección de Geografía)
Fermín José Tamayo Pozueta
La gran nación de Alemania,
colonia inglesa y de Italia
se halla al norte de Somalia
y al sur de Tripolitania.
Al norte limita, pues,
con la gran Tripolitania
y el macizo de Lituania
con su pico de Everest.
Hacia el este está cercada
por las islas de Oceanía:
la principal es Fionía
al pie de Sierra Nevada.
Al sur se encuentra Somalia,
capital Barquisimeto
entre el valle del Veneto
y la gran isla de Australia.
Al oeste está Caucasia,
la isla de Groenlandia
y la nación de Finlandia,
ambas que integran la Eurasia.
De superficie contiene
ocho millones cien mil
y un millón doscientos mil,
los habitantes que tiene.
En el relieve figura:
la meseta del Pamir
que tiene, hemos de decir,
ocho mil metros de altura
y de menor importancia,
descuella el monte Carmelo;
lo conquistó el gran Juanelo
en destierro para Francia.
En la configuración
de todo punto se otea
que a sus costas rodea,
el mar Caspio, que a razón
de cien millones de reales,
entre almejas y langostas
dan de producción sus costas
a los ingresos anuales.
Es principal accidente
la Península Corea,
también se encuentra Crimea
y el cabo de san Vicente.
Tocante a la orografía,
destaca por su importancia
el Nilo en abundancia
en la pesca y minería.
El Ganges es otro río
de caudal y largo curso,
que sirve como recurso
al uso del regadío.
Con respecto a economía,
es preciso mencionar:
el ganado caballar,
con la pesca y minería.
Tiene también producciones
de abolengo universal:
la riqueza forestal,
frutos secos y melones.
De las urbes principales
seremos un poco latos,
en citar sendos relatos
de acontecimientos reales.
Capital de la nación
es la gran ciudad de Nantes
con un millón de habitantes,
de gran conmemoración:
pues allí el breve Pipino
con su Escuadra Invencible
en una refriega horrible
derrotó al gran Constantino.
Se apoderó así de Hungría,
Tasmania y norte de Prusia,
entrando más tarde en Rusia
por Irún y Rentería.
Y de histórica memoria
está Tolón, donde Atila,
luchando contra Favila
se afianzó la victoria.
Tocante a la idiosincrasia
del habitante alemán,
es falaz y charlatán;
se aficiona a la gimnasia,
pues la cosa es natural,
dado que su cuerpo enjuto,
no puede ser fuerte y bruto
en un estado normal.
Practica el maniqueísmo
con respecto a religión,
que reemplazó en la nación
al muy antiguo budismo.
Si tú, alumno que estudias
la doctrina de esta ciencia,
por su aparente incoherencia
su contenido repudias,
es mejor que no te asombres
de esta ubicación dispar,
pues has de considerar,
que todo es cuestión de nombres.