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  Sonetos, Letrillas y Madrigales (Francisco de Quevedo)
 




Sonetos. Letrillas. Madrigales

Francisco de Quevedo (1580-1645)

Sonetos

I

Definición de amor

¿Rogarla? ¿desdeñarla? ¿amarla? ¿huirme?

¿Seguirla? ¿defenderse? ¿asirla? airarse

¿Querer y no querer? ¿dejar tocarse?

¿Y a persuasiones mil mostrarse firme?

¿Tenerla bien? ¿probar a desasirme?

¿Luchar entre sus brazos y enojarse?

¿Besarla a su pesar y ella agraviarse?

¿Probar, y no poder, a despedirme?

¿Decirme agravios? Lreprenderme el gusto?

¿Y en fin a baterías de mi prisa

Dejar el ceño? ¿no mostrar disgusto?

¿Consentir que la aparte la camisa?

¿Hallarlo limpio y encajarlo justo?

Esto es amor y lo demás es risa.

II

Estaba una fregona por Enero

Estaba una fregona por Enero

Metida hasta los muslos en el río,

Lavando paños, con tal aire y brío,

Que mil necios traía al retortero.

Un cierto Conde, alegre y placentero,

Le preguntó con gracia: "¿Tenéisfrío?"

Respondió la fregona: "Señor mío,

Siempre llevo conmigo yo un brasero."

El Conde, que era astuto, y supo dónde,

Le dijo, haciendo rueda como pavo,

Que le encendiese un cirio que traía:

Y dijo entonces la fregona al Conde,

Alzándose las faldas hasta el rabo:

"Pues sople este tizón vueseñoría. "

III

Señora, bobo soy mas no en amaros

Señora, bobo soy mas no en amaros:

De ver vuestra belleza y gallardía

Está como abobada el alma mía,

Y yo estoy hecho bobo en contemplaros.

Si yo fuí bobo, no lo fuí en amaros,

Y si lo fuí, donosa bobería,

Pues hizo aparecérseme a María,

Que así me place agora de llamaros.

¿Queréis como soy bobo ver la muestra?

A meterme probad el dedo en la boca;

Que no os lo morderé mas que a mis ojos.

Y si os parece que esta prueba es poca,

Dejad que meta yo el mío en la vuestra:

Mordedle, y sanaré de mis enojos.

IV

Estábase Teresa de Locía

Estábase Teresa de Locía

Atando el cenojil, la pierna alzada,

Toda patitendida y destapada,

Pensándose que nadie la veía.

Lúcas Gil la miraba y pretendía,

Y viendo la ocasión aparejada,

Arremetióla sin decirla nada

Por no guardar lo de hoy para otro día.

El mozo era pujante de natura,

Y mostrándole el basto, dijo "envido"

Y ella responde: "el diablo te trasquile."

Ganó el juego con sola esta figura;

Teresa grita, y Gil le ha respondido:

"Si le parece gordo, no lo hile."

V

A consentir al fin en su porfía

A consentir al fin en su porfía

Vino una dama con su enamorado,

Porque por su nariz hubo juzgado

Que tanto a buena cuenta metería.

Mas al revés salió su profecía,

Porque él tenía poco, ella sobrado;

De suerte que él quedaba tan holgado

Que no sintió si entraba o si salía.

La dama mal contenta dijo: "¡Ay triste!

¡Cuán mentirosa la nariz ha sido!"

Mas él le replicó como hombre diestro:

-"Ese defecto, amiga, no os contriste,

Que si mi gran nariz os ha mentido

A fé que ha dicho la verdad lo vuestro."

VI

De cierta dama que a un balcón estaba

De cierta dama que a un balcón estaba

Pudo la media y zapatillo estrecho

Poner el lácio espárrago derecho

De un tosco labrador que la acechaba.

Ella, cuando advirtió que la miraba,

La causa preguntó del tal acecho;

El labrador la descubrió su pecho,

Diciendo lo que veía y contemplaba.

Mas ella, con alzar el sobrecejo,

Le dijo melindrosa: "Aquesto, hermano,

No es más de ver y desear lafruta."

El labrador sacando el aparejo,

Le respondió, tomándolo en la mano:

"Pues ver y desear señora puta. "

VII

Primero es besalla y abrasalla

Primero es besalla y abrazalla

Y con besos un poco entretenella;

Primero provocalla y encendella

Para que entre con brío en la batalla.

Primero es el por fuerza arregazalla,

Metiendo piernas entre piernas della;

Primero es acabar esto con ella,

Después viene el deleyte de gozalla.

No hacer, como acostumbran los casados,

Mas de llegar y hallarla aparejada,

De puro dulce, creo da dentera.

Han de ser los contentos deseados,

Si nó, no dan placer, ni valen nada;

Que no hay quien lo barato comprar quiera.

VIII

Alzó Venus las faldas por un lado

Alzó Venus las faldas por un lado,

De que el herrero súcio enternecido

Por el botín que descubierto vido

Quiso subir hasta lo más cerrado.

Arrojó las tenazas denodado

Lleno de tizne y del hollín vestido,

Tentó la hornaza do formó a Cupido,

Y echó las bragas y el mandil al lado.

Sintióse Venus porque tal hacía,

Y al defenderse tuvo manos mancas,

Por estallo la puta deseando:

Por más que dijo era porquería

Se estuvo queda y alargó las ancas,

Al ajo y queso de que fué gustando:

Hasta que en acabando

Dijo la puta: "bien está lo hecho,

Que no cabe en un saco honra y provecho. "

IX

Dar un real a una dama es poco precio

Dar un real a una dama es poco precio,

Dos la daréis, si es prenda conocida,

Y tres, cuando conforme a estado y vida

Darla cuatro os parezca caso recio.

Cuatro es el moderado y justo precio;

Mas, si la prenda fuere tan subida,

Seis la daréis, con tal que no os los pida;

Si la diéredeis más, quedáis por necio.

Esta dotrina es llana y resoluta:

Ha lugar si la dama que os agrada

Os pareciere libre y disoluta:

Mas si fuere tan grave y entonada

Que menosprecie el título de puta,

Si la queréis pagar, no la déis nada.

X

Desengaño de las mujeres

Puto es el hombre que de putas fía,

y puto el que sus gustos apetece;

puto es el estipendio que se ofrece

en pago de su puta companía.

Puto es el gusto y puta la alegría,

que el rato puteril nos encarece;

y yo diré que es puto a quien parece,

que no sois puta vos, señora mía.

Mas llámenme a mí "puto enamorado",

si al cabo, para puta no os dejare,

y como puto muera yo quemado,

si de otras tales putas me parare;

porque las putas graves son costosas

y las putillas viles, afrentosas.

Letrillas

Lindo chiste

Hay mil doncellas maduras

Que guardan virgos fiambres

Hasta que a fuerzas de hambres

Se les van en probaduras.

Todas las vírjenes puras

Por mas aguadas que estén

A ninguno quieren bien

Si no las calza y las viste,

Lindo chiste.

Hay viuda, que por sus piés

Suele hacer con bizarría

Mas cabalgadas al día

Que los moros en un mes:

No son tocas las que vés,

Que aunque traerlas profesa

Son manteles de una mesa

Que a nadie el manjar resiste;

Lindo chiste.

Cásase en hora menguada

El galán sin plata o cobre,

Y viene a cenar el pobreCon salva la desposada:

Del dote, que es poco o nada

Calzas de obra se labra,

Pero luego aun de palabra

No tiene calzas el triste;

Lindo chiste.

Cásase con bendición

El que las leyes escarba,

Por añadir a su barba

Aderezos de cabrón:

Luego con satisfacción

Un correjimiento afana,

Vienésele a dar de plana,

Vuelve en sayas el limiste,

Lindo chiste.

Madrigales

I

Pinta ejecuciones de amantes

Los brazos de Damon y Galatea

Nueva Troya torciéndose formaban,

Que yo lo ví viniendo de el aldea:

Sus bocas se abrasaban,

Y las lenguas trocaban,

En besos a las tórtolas vencían,

Las palabras y alientos se bebían

Y en suspiros las almas retocaban.

Mas él estremeciéndose decía:

Yo muero, vida mía:

Y ella, vueltos los ojos, le mostraba

En su color lo mismo que le daba.

Fue tan dulce este paso,

y de tal suerte

Que quiso parte de la misma muerte;

Pues quedando sin fuerza y sin aliento

Entrambos despidieron el contento;

Y las niñas hermosas

Que al fin de vergonzosas

se escondieron,

Ya tristes de envidiosas

A los divinos ojos se volvieron,

Dando armas a Damon con que venciese

Al arrepentimiento, si viniese.

II

Muestra festejos de amantes

A Fabio preguntaba

La divina Florisa enternecida,

Primero por su vida,

Y luego por la fé que le guardaba,

Cuántos besos quería

De su divina boca, y él decía:

Para podértelo decir deseo

Que multiplique el agua el mar Ejeo,

Que se aumenten de Libia las arenas,

Las estrellas serenas

Del cielo tachonado,

Los átomos sin fin del sol dorado:

Y ella en este punto

Al rostro de su Fabio el suyo junto

Le cortó las razones con un beso;

Y él recibiendo el regalado peso

De su amada en sus brazos

Con ella se tejió en diversos lazos,

Diciendo de esta suerte:

Pues es tan grande el gusto que poseo

Más besos tuyos pido que deseo;

Por pedirte sin fin, dulce Florisa;

Creció entrambos por igual la risa...

Y por poco después juntos lloraran

Lo que les estorbó que se besaran.

Cancionero moderno de obras alegres. Londres, H. W. Spiritual,1875. Publicado en edición facsímil, Madrid. Visor Libros,1985.

 

 
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