Son las 8 y media de la mañana. En el metro no cabe un alfiler pero el silencio es lapidario. En el periódico lees un breve de la sección de sucesos.
"Un joven de 25 años ha aparecido ahorcado en el parque", dice el titular.
Tú tienes 25 años y estás sentado en el metro mientras ese otro muchacho anda ya camino de la morgue. ¿Qué habrá pasado? ¿Cómo habrá muerto? ¿Qué habrá sentido? Sigues leyendo, el joven se ha suicidado. ¿Por qué lo habrá hecho?, por amor, por drogas, una apuesta, ¿o es que estaba solo?.
Escuchas como la voz sintética que anuncia las paradas dice: "Plaza España". Como puedes te levantas y te acercas a la puerta. El metro se detiene y bajas al andén. Con tigo baja mucha gente y muchos de ellos siguen tu mismo camino, andan junto a ti. En tu cabeza palpitan las letras L. C., las iniciales del joven ahorcado.
-Seguro que se ahorcó porque estaba solo - piensas. Miras a tu alrededor y te sientes seguro - Yo estoy rodeado de gente. Estoy a salvo. La soledad a mi no me persigue.
Pisas a una anciana y sin volverte continúas tu camino. Sigues andando con los labios sellados. Vuelves a pensar - ¿Seguro que no estoy solo? -
Las calles hoy parecen más largas y tus piernas más cortas. - ¿Cómo puedo estar seguro de que la soledad no me persigue?
-L. C., L. C., L. C.. Esas letras siguen retumbando en tu cabeza y, con prisa, nervioso, vuelves a abrir el periódico.
"Un joven de 25 años ha aparecido ahorcado en el parque. Esta madrugada, miembros del servicio de limpieza del ayuntamiento han descubierto el cuerpo de L. C., un joven de 25 años, ahorcado y maniatado. Según fuentes policiales todo parece apuntar a un suicidio. El joven trabajaba de abogado y tenía prevista su boda para la próxima semana."
-pues entonces no estaba solo - piensas - Alguien con trabajo y a punto de casarse no está solo. Algo se estremece en tu interior y sientes angustia. Si no se suicidó por soledad, ¿por qué lo hizo? - Ya no te sientes tan seguro.
Sigues andando y llegas hasta tu casa vacía, como siempre. Han pasado los años. Sigues haciendo el mismo recorrido en metro. desde tu casa al trabajo y del trabajo a tu casa, vacía como siempre. Hoy ordenarás tus papeles mientras, como cada día durante los últimos siete años, hablarás con tigo mismo.
-Estoy ya más que harto del supervisor. Lo único que hace es dificultarme el trabajo y... claro, claro, si no hay otra explicación. Tiene miedo a que le quite el puesto y... es normal porque yo... menudo soy yo...
En el fondo de un cajón encuentras algo que habías olvidado hace muchos años.
"Un joven de 25 años ha aparecido ahorcado en el parque".
Sin soltar el recorte de periódico te dejas caer sobre el sillón y recuerdas aquel día de hace diez años. Tú tenías 25, ahora son 35. Te sientes como dentro de una bola de cristal que poco a poco se va haciendo más y más pequeña, y en la que cada vez tienes que adoptar posturas más forzadas para poder sobrevivir.
Esta noche quemarás el papel y te acostarás pronto, sin cenar. Pero dormirás muy mal. Y por la mañana saldrás a la calle, con el pelo engominado, perfectamente afeitado y con un maletín gris, tu maletín gris, colgando de tu mano izquierda. Y saldrás a la calle con las iniciales L. C. Palpitando en tus sienes. Y saldrás a la calle con el deseo oculto de que en alguna esquina, en algún callejón, un conductor borracho te ahorre el esfuerzo de buscar una soga.
