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  El Braille Hoy 15-09-09 (Pedro Zurita)
 

 

 

El Braille Hoy

Pedro Zurita

Implantación del Braille

Luis Braille, que nos dejó en 1852, no tuvo la satisfacción de ver en vida el éxito inequívoco de su sencillo y genial invento. Los profesores con vista del Instituto de jóvenes ciegos de París, en el que él estudió y enseñó, pensaban que su sistema se apartaba demasiado de los caracteres visuales, y, por tanto, se podría convertir en un factor de segregación y no en un elemento de inclusión social.

En los Estados Unidos, el código de lectoescritura ideado por Braille no alcanzó su implantación total hasta 1909, pues hubo de competir con otros varios sistemas de surgimiento autóctono, incluido uno basado en la forma de las letras del alfabeto visual inventados siempre por profesores videntes. En ese país, se habló de la guerra de los puntos. En el Reino Unido, surgió, ya en el XIX, el Moon, basado en una simplificación de las formas de las letras visuales, y, si bien pronto allí optaron por el invento de Braille, el Moon de manera muy limitada todavía se emplea hoy. Se considera que es más sencillo su aprendizaje para las personas que pierden la vista de mayores. Objetivamente, pienso que su perduración es un síntoma evidente del tradicionalismo británico.

Es cierto que, si no se conocen las características intrínsecas del Braille y no se ha experimentado su uso en la práctica, este sistema, según dije en alguna ocasión, ha corrido un serio riesgo de convertirse en una víctima inocente. No pocas veces, se ha anunciado a bombo y platillo su substitución por innovaciones tecnológicas. En cualquier caso, es indudable que hoy día, hay muchos fenómenos que muestran que tiene buena prensa:

- El nombre Braille se eligió hace no mucho para designar a un nuevo asteroide;

- un fabricante de joyas en Estados Unidos utiliza el Braille para que determinados adornos adopten formas basadas en las letras del código táctil;

- una casa inglesa, Chriskay International, dedicada a la sobreimpresión de tejidos - camisetas, por ejemplo - encontró para el Braille la aplicación de un invento norteamericano, el lextra, y lo transformó en el Lextra Braille®, para la señalización de prendas. En 2002, Benetton, en casi todas partes hizo una serie de camisetas con la impresión en Braille de combinaciones de colores visualmente muy atractivos, de su logotipo United Colors of Benetton, o bien del color de la camiseta correspondiente en inglés (blue, white, black, orange…)

- Una diseñadora española, Gloria Rodríguez Figueroa, presentó en una pasarela de moda en Barcelona hace unos años la impresión de Braille en los tejidos y en las etiquetas en la ropa con el mismo objetivo que los promotores del Lextra Braille, o sea, aportar autonomía a las personas ciegas en la elección de sus prendas.

- Empresas farmacéuticas, de cosmética, artículos de alimentación, distribuidoras de vinos, ofrecen sus productos con inscripciones en braille en la parte exterior. Actualmente, hay dos directivas de la Unión Europea que hacen obligatorio el que los nuevos ascensores lleven inscripciones identificadoras en Braille, y desde octubre de 2005, que los medicamentos en toda la UE vayan etiquetados en Braille.

- En 2000, la Unión Mundial de Ciegos, con la cooperación efectiva y generosa del Instituto Canadiense para Ciegos, CNIB, llevó a cabo un concurso bajo el título "el Braille para mí" en el que se premiaron las diez mejores aportaciones. Se han publicado oficialmente las redacciones ganadoras en inglés, francés y español. Se ha editado asimismo una versión en italiano con adiciones que reflejan el modo de implantación de esa iniciativa en Italia.

- En 2004, la ONCE en colaboración con el instituto Tecnológico del juguete, AIJU, logró que Famosa, una conocida casa fabricante de juguetes, produjese el Braillín, muñeco basado en un modelo ideado por una profesora argentina de la ciudad de Corrientes, Virginia Araceli Pérez de Vallejo, que obtuvo el primer premio, en el apartado de "material", del XVI concurso de Experiencias Escolares de la ONCE en 2002. El Braillín lleva en su pecho un signo generador con el que los niños pueden aprender jugando a formar los signos del sistema Braille.

- El 4 de enero de 2006, cumpleaños de Luis Braille y Jornada Mundial del Braille, Google, el popular buscador de Internet, desplegó su logotipo con las letras del nombre de su firma con signos Braille dotados de puntos de diferentes colores.

- El 4 de enero de 2007, la Unión Europea de Ciegos y sus asociaciones miembro en los distintos países conmemoraron la Jornada Mundial del Braille con la convocatoria de un concurso internacional bajo el lema "El influjo del Braille en mi vida" en cooperación con dos entidades japonesas: la firma Onkyo y el semanario en Braille "Tenji Mainichi". En la competición participaron personas ciegas de 19 países y los premios correspondientes se hicieron públicos en la Asamblea General que el organismo europeo celebró a finales de octubre de 2007 en Antalya (Turquía). Esta iniciativa se aplica desde entonces, además de en Europa, en varias regiones del mundo.

- En Francia, en Alemania, en España, en la India, en México, en Colombia, en Costa Rica, etc., se están llevando a cabo aplicando distintas modalidades y con diferente éxito fórmulas con auxilio del Braille para que las personas ciegas puedan emitir de manera secreta el voto en las consultas electorales públicas.

- En 2005, en la celebración en la sede de la UNESCO en parís de las lenguas del mundo, se exhibieron el lenguaje de señas de las personas sordas y el Braille.

- En Israel, un montaje dramático sobre la vida y la obra de Luis Braille recorrió escuelas para transmitir esta realidad alentadora a todos los niños.

- En 2009 se celebra el bicentenario del nacimiento de Louis Braille. Además de dos conferencias internacionales celebradas en Francia, en muchos países se han organizado coloquios y exposiciones conmemorativas del acontecimiento. La Federación nacional de Ciegos de Estados Unidos logró que el gobierno estadounidense emita un dólar de plata en honor de Louis Braille que incluye algunas letras en este sistema puntiforme perfectamente captables por el tacto de una persona ciega. Los fondos recaudados con la venta de esta moneda se destinarán a programas de alfabetización Braille en Estados unidos. Van apareciendo en este año varios sellos conmemorativos, incluído uno de la Ciudad del Vaticano.

Es indudable que esas actitudes favorables representan un avance positivo, pero lo importante en este aspecto es conseguir que esos gestos no se queden sólo en loables símbolos, sino que se transformen en un medio para transmitir información útil.

Informaciones básicas sobre el Braille

Para quienes no conozcan este código de lectoescritura, es oportuno que yo aporte aquí una serie de hechos básicos sobre el mismo. En primer lugar, quisiera señalar que es totalmente errónea, la caracterización, bastante frecuente, del Braille como el lenguaje de los ciegos. El Braille, en realidad, es lisa y llanamente un alfabeto, una forma de representar en la escritura los grafemas de las distintas lenguas. Su arquitectura es sumamente sencilla y lógica. Se basa en la presencia o ausencia de puntos en un signo, que se conoce como signo generador, compuesto por dos columnas paralelas, de tres puntos verticales cada una. Las distintas combinaciones de puntos a partir de esa matriz de seis permiten la consecución de 63 signos diferentes (son 64 si se incluye la ausencia total de puntos). Ya en la segunda mitad del siglo XIX, surgieron códigos que se basan en dos columnas de cuatro en lugar de seis puntos. El primero de éstos fue el código de musicografía para ciegos ideado en España por Gabriel Abreu.

Braille encontró su inspiración en la denominada "escritura nocturna", propuesta por el capitán de artillería, Charles Barbier, que ideó un código táctil para que los militares pudiesen mandarse entre ellos mensajes en la oscuridad de la noche. Barbier pensó lógicamente que este sistema podría también servir para las personas ciegas. No entiendo bien, por cierto, que Charles Barbier haya tenido tan poco reconocimiento histórico, aun cuando, al parecer, él no tuviera una idea muy progresista acerca de las posibilidades de las personas ciegas. Ese prejuicio, por desgracia, todavía lo comparten muchos en distintos grados en todo el mundo. Hace unos años, tuve oportunidad de tener en mis manos distintos modelos de la regleta de Barbier, incluida la que Braille hizo como modificación propia de la propuesta por el militar, cuando visité el museo de la Association Valentin Haüy, de París, y quedé estupefacto al contemplar de manera tangible que allí estaba la infancia del sistema ideado por Luis Braille. Espero con curiosidad la salida a la luz de un libro donde se analizan los intercambios de correspondencia que Charles Barbier mantuvo con el que en aquel momento era director del Instituto de jóvenes ciegos de París.

Luis Braille tenía poco más de 10 años cuando conoció el código de Barbier, y, tras devaneos y experimentos, llegó a la genial conclusión de que las dos columnas de seis puntos cada una, el modelo propuesto por Barbier, debían reducirse a dos de tres, pues ese tamaño se adaptaba perfectamente a la percepción de la yema del dedo. Corroboró igualmente que la percepción táctil era significativamente más sensible al punto que a los trazos lineales. Valentin Haüy, unos años antes, había ideado un código basado en la representación en trazos lineales en relieve de las formas de las letras del alfabeto visual. Ese sistema es el que conoció Braille al ingresar en la escuela que Haüy había fundado en 1784. Por otra parte, Braille diseñó un alfabeto que se proponía dar una representación convencional a todos los signos del sistema visual ordinario, superando la limitación del código de Barbier, que pretendía crear una escritura meramente fonética.

Braille concibió un código muy lógico: las diez primeras letras consistían en combinaciones empleando únicamente los cuatro puntos de las dos filas superiores del signo generador; las diez siguientes letras eran las mismas con la adición del punto inferior de la columna de la izquierda; las diez siguientes, las mismas pero con la adición de los dos puntos de la fila inferior; y después, la adición únicamente del punto inferior de la columna de la derecha, etc. Los signos de puntuación se representaban con combinaciones de puntos en los que se utilizaban únicamente las dos filas inferiores del generador.

La enseñanza del Braille

Una de las estrategias importantes para que el Braille muestre fehacientemente sus cualidades es la enseñanza a los niños ciegos de este sistema táctil de lectoescritura desde el momento que a un niño se le enseña un código lectoescritor y a las personas que pierden la vista en edad adulta en su proceso de rehabilitación. Ahora ya no hay dudas en cuanto a la validez del sistema, pero aún de vez en cuando se mezclan problemas actitudinales. Yo mismo contribuí en su momento a que se implantasen estrategias adecuadas para que las personas con un resto visual útil lo aprovecharan al máximo, pero hay algunos que quieren enseñar el código visual a niños o adultos que tienen una disminución visual tal que se beneficiarán mucho más adoptando el Braille como código lectoescritor básico.

La opción inclusiva de educación es filosóficamente superior en el plano de la utopía irrenunciable de estar con todos a la segregada, pero he oído en más de una ocasión que esa opción no favorece el que los niños no practiquen bien el Braille. Falta - dicen los que defienden esa tesis- el elemento ambiental que había y hay en las escuelas segregadas. No obstante, en septiembre de 2002, contemplé personalmente una demostración evidente, de que en la educación inclusiva ese problema es superable si se tiene una buena idea de las necesidades específicas del niño con disminución visual y las mismas se transforman en aplicaciones positivas en los programas de apoyo.

En el caso de las personas que han de asimilar el sistema Braille en la edad adulta, bien porque pierden la vista en esa franja de edad o bien porque no han tenido antes acceso a la alfabetización, hemos de enfrentarnos a una problemática muy distinta. Es cierto que la percepción táctil ya no tiene, generalmente, la misma prestancia que en la infancia, mas también aquí las actitudes de los responsables de la educación de adultos y distribución de libros en formatos alternativos deben ser sumamente equilibradas y proactivas. En cualquier caso, el conocimiento del Braille siempre será útil para una persona que no ve, y la consecución de objetivos es dinámica y no estática. A lo mejor, algunas veces, no se logra una velocidad de lectura cómoda, pero tendrá siempre valor poder servirse de él para identificar objetos señalizados en Braille.

El Braille: ¿opción para una minoría?

Si comparamos en cualquier país desarrollado las estadísticas globales de ceguera y las de usuarios efectivos del Braille, la proporción porcentual de estos últimos respecto a los primeros es a todas luces muy pequeña. Ese hecho es innegable, pero yo, que le tengo un amor universalmente reconocido al Braille, no quiero que se apliquen posturas fanáticas. Sí deseo fervientemente que las actitudes de quienes tengan una intervención decisiva en el proceso de transmisión del Braille sean inequívocamente correctas, a fin de que el aprendizaje y uso del Braille no se niegue nunca a quienes puedan convertirlo en su mejor código de lectoescritura o puedan aprenderlo aun con ciertas limitaciones, y no se escatimen medios de enseñanza para que todos sean capaces de alcanzar su máximo nivel relativo de aprovechamiento del sistema.

El Braille y las nuevas tecnologías

Como decía antes, determinadas actitudes hacia el Braille y la ceguera aún vigentes, están alertas para que cada vez que haya una innovación tecnológica significativa se suelten las campanas al vuelo y se anuncie que el Braille ya ha sido superado.

En 1971, se desarrolló en la Universidad de Standford en Estados Unidos, el Optacon, un aparato que permitía mediante el adecuado entrenamiento leer cualquier libro escrito en caracteres visuales. Era, en efecto, un progreso casi revolucionario en el acceso a la información y poseía la innegable cualidad de permitir una captación táctil de las formas de los caracteres visuales. Al difundir la aparición de este ingenio, no era raro leer que el Braille ya era superfluo. Sin embargo, la realidad mostró que, salvo en determinados casos, las velocidades de lectura que se conseguían con el Optacon eran demasiado lentas, y no podía convertirse en un cómodo medio de lectura. Era, por otra parte, un sistema de lectura y no de escritura, y esto también constituía un factor importante a tener en cuenta. En cualquier caso, quienes vieron el Optacon y el Braille no como opciones excluyentes y sí como complementarias, aplaudieron sin ambages el valor de este nuevo paso hacia la conquista del acceso a la información escrita por parte de las personas que no ven.

En los 80 y 90, se consiguieron avances muy notorios en la informática y la electrónica, y hoy día existe la posibilidad teórica, a menudo traducida en la práctica, de producir mucho más y de forma más barata. Mediante los programas informáticos complementarios oportunos, es posible presentar en Braille lo mismo que informáticamente se saca en escritura visual. Cuando yo estaba en la Secretaría de la Unión Mundial de Ciegos, en la oficina de Madrid esa utopía la habíamos convertido en algo real. Hay muchas cosas que para la generalidad de la gente han supuesto una mejora respecto a lo que ya tenían, pero para las personas que no ven, muchas de esas innovaciones tecnológicas abren caminos hasta entonces vedados. Pensemos, por ejemplo, en la gran cantidad de cosas que pueden almacenarse ahora en CD-ROM, y no digamos en DVD-ROM y en otros medios de almacenamiento muy pequeños, las tarjetas SD, por ejemplo, y, generalmente, esas maravillas son accesibles ya para las personas que no ven. Internet nos abre horizontes insospechados a las personas que no vemos. Ya no es una utopía para nosotros leer el periódico todos los días. Es, pues, imperativo que no se ceje en la lucha por conseguir que Internet sea auténticamente accesible para todos, incluidos, por supuesto, los discapacitados visuales. Sin embargo, lo cierto es que esas cosas no eliminan el valor del braille, y más bien contribuyen a reforzar sus méritos. Hoy día, lo ideal es combinar adecuadamente Braille y voz, incluyendo la voz sintética, en el uso de ordenadores, y, de manera más general, en el manejo de la información.

Es muy prometedor el anuncio realizado a finales de 2005 de que un equipo de investigación de la Universidad de Tokio tiene ya un prototipo de presentación de Braille mediante el empleo de elementos químicos diferentes. Con ese sistema, la producción efímera del Braille será más barata y tendrá un tamaño mucho menor.

Universalidad del Braille

Afortunadamente, el braille es hoy auténticamente universal; se usa en todos los idiomas, incluidos el chino y el japonés en los que la escritura visual emplea millares de signos, que, en un principio, eran pictogramas que se proponían representar objetos e ideas, pero que ahora suelen denominarse caracteres o logogramas por haber perdido en gran parte su naturaleza figurativa. El braille en esas lenguas tiene, sobre todo, una base fonética. En el japonés, además de los caracteres chinos (kanji), se emplean dos silabarios, katakana y hiragana, con un fundamento fonético. el Braille se basa en el Katakana, que se utiliza en ciertos casos en la escritura ordinaria. No obstante, en las últimas décadas han surgido dos códigos para representar convencionalmente en Braille los caracteres (kanji). Uno de ellos, el kantenji (braille para el kanji) emplea el Braille de ocho puntos y representa convencionalmente a los kanjis mediante un signo braille, o mediante la secuencia de dos e incluso tres. Lo ideó un profesor de la escuela de ciegos de la provincia de osaka, Taiichi Kawakami, en 1969, y su finalidad prioritaria es la producción de libros para ciegos con el kanji. Existen ya varias obras que utilizan este sistema. En 1972, un profesor de una escuela de ciegos en Tokio, Sadao Hasegawa, concibió otro código para el kanji, denominado "roku-ten kanji, basado en el Braille de seis puntos, y en él cada carácter se escribe mediante una secuencia de dos, tres o cuatro signos. Su finalidad es facilitar el aprendizaje de la escritura de los kanjis con el ordenador.

En el chino, el Braille se basa en una transliteración fonética. En la escritura ordinaria, existe ya el pinyin, que se usa en los primeros años de la escuela primaria en la República Popular China para facilitar los primeros pasos en el aprendizaje de la lengua y se aplica con rango oficial para transcribir palabras chinas, nombres de personas y realidades geográficas, en las lenguas con alfabeto latino. El Braille es muy complejo para los que quieren aprender chino, pues incluye numerosas adaptaciones para representar diptongos, otras combinaciones de letras, etc, algo difícilmente accesible si no se conoce ya bien el idioma. La escritura china es casi universal, y una persona que hable un idioma de la familia lingüística china, distinto del "putonghua" (lengua común), habitualmente denominada en Occidente Mandarín, podrá leer un escrito en una de esas lenguas. El cantones. que es el que se habla en la zona de Cantón, particularmente en Hong Kong, tiene una escritura también de caracteres con algunos rasgos formales propios y a veces significados diferentes del Puntonghua. En cambio, las personas ciegas manejan un alfabeto basado en la fonética, y, por tanto, es diferente para cada lengua de la familia china. Según lo que nosotros sabemos, en chino no se ha sugerido aún ningún código para poner los caracteres en Braille. Es indudable que su desconocimiento constituye una laguna cultural importante. Sin embargo, sí sé que las personas ciegas pueden aprender a escribir caracteres con el ordenador.

En 1951 se celebró una conferencia internacional en Beirut (Líbano) en la que se eligió la forma final del alfabeto Braille del árabe y se decidió que las personas ciegas escribirían de izquierda a derecha en lugar de de derecha a izquierda como sucede en la escritura árabe visual. Hay sílabas que, salvo en el Corán y en los manuales de los primeros grados escolares, no se ponen gráficamente. En los casos en que sí se escriben, en tinta se indican mediante supersignos en las consonantes correspondientes, y en Braille se utilizan los signos vocálicos como en las lenguas de alfabeto no árabe. El Ministerio de educación de Arabia Saudita logró que en 2003 se adoptase un código braille unificado para todo el mundo árabe de la escritura literal, de la estenografía y de las notaciones matemática e informática.

Los idiomas de los que yo he tenido noticias a los que el braille se ha aplicado muy recientemente son el guaraní, hablado mucho en Paraguay, el dongkha, idioma hablado en Bután, el tibetano y el kinyaruanda y kirundi, lenguas nacionales de Ruanda y Burundi. En los últimos años, ha habido cambios en las áreas lingüísticas hispano-portuguesa, inglesa, alemana, francesa, etc.

El día 23 de septiembre de 2002, en el CIDAT de la ONCE, celebramos una experiencia increíble de mezcla del Braille con las novísimas tecnologías: mediante videoconferencia fue posible escuchar y ver la lectura de textos desde sus respectivos países en chino mandarín, cantones, malayo, tailandés, afrikaans y sepedi de Suráfrica, noruego, alemán, francés, portugués, italiano, quichua y español.

El Consejo Mundial del Braille

En el tiempo que estaba en la Secretaría de la Unión Mundial de Ciegos, viví siempre como una carencia lamentable que hace varios años dejara de existir el Consejo Mundial del Braille, que la UNESCO creó a principios de los cincuenta y se benefició del entusiasmo de los primeros años de existencia de esa organización intergubernamental. Hizo una labor importantísima en preservar la unidad en aquellos puntos que podían ser comunes a varias lenguas, y contribuyó mucho a que se aplicara el braille a lenguas menos comunes que el inglés, el francés o el español. Su presidente, Sir Clutha Mackenzie, publicó en 1953, el "World Braille Usage, obra magnífica, que en 1954 la UNESCO editó asimismo en español bajo el título "La escritura Braille en el Mundo", donde se exponen principios generales y están contenidos los alfabetos braille de las distintas lenguas de las que entonces pudo conocerse ese detalle. Tengo conocimiento de que ese libro apareció también, al menos, en francés. En 1990, la UNESCO, a través del Servicio Nacional de Bibliotecas para personas ciegas y otras con dificultades de acceso a la letra impresa (NLS) de la Biblioteca del Congreso, en Washington, sacó una segunda versión de World Braille Usage, que se proponía ser una actualización de la primera edición, pero que desgraciadamente carece del rigor y valor indudable de la obra original. La Asociación Valentin Haüy (AVH), de París publicó una traducción francesa. No obstante, no se estimó oportuno efectuar una edición en español de la actualización hecha en Estados Unidos..

Posteriormente, el Consejo fue subsumido, primero en el Consejo Mundial para la Promoción Social de los Ciegos (WCWB), y luego, tras su creación en 1984, en la Unión Mundial de Ciegos. El Comité que lo acogió sufrió tantas transformaciones en los objetivos, y en su propio nombre, que el braille quedó englobado en un espectro demasiado amplio. En 2000, en la V Asamblea de la UMC, se creaba de nuevo el Consejo Mundial del Braille. Ha costado trabajo que esa comisión mundial se convierta en una realidad efectiva, pero tengo esperanzas fundadas de que el año del bicentenario haya servido para darle una nueva vida muy prometedora. A partir de enero de 2009 tiene una composición renovada con la presencia de representantes de varias autoridades Braille de las áreas lingüísticas principales e incluye un comité técnico en el que están personalidades de reconocido prestigio por sus conocimientos del sistema Braille en varias lenguas. A primeros de noviembre de 2009 este Consejo se reunirá en Madrid. En cualquier caso, su labor no será nada sencilla. La informática ha impulsado a que en las áreas lingüísticas principales y en lenguas concretas se hayan introducido cambios. Esas modificaciones se han llevado a cabo sin tener en cuenta a otras lenguas, y sin la intervención de una autoridad universal, y la consecuencia es que ahora se ha perdido la unidad en el uso de ciertos signos de puntuación, como los paréntesis, por ejemplo, entre idiomas tan próximos como el francés, el inglés y el español. Hay muchísimas alternativas para representar la indispensable arroba en las direcciones de correo electrónico.

La unificación en teoría es un objetivo deseable para muchos, pero una consecución compleja cuando supone renunciar a algo que uno considera lo mejor para su lengua propia.

Conclusión

No queremos ocultar las dificultades e inconvenientes del braille, pero hemos de defender con ahínco que es un medio muy valioso para todos aquellos que puedan servirse positivamente de él. En los últimos años, en casi todos los estados de los Estados Unidos de América, su aprendizaje y su uso se han convertido en un derecho gracias a las leyes de alfabetización Braille. Además, en ese país, se han aprobado recientemente disposiciones legales referentes a los derechos de autor para eliminar todo tipo de restricciones en la producción y abastecimiento de materiales en braille. Se está luchando a fin de que en todas partes la producción de materiales en braille sea un derecho inalienable y no quede en ningún caso a merced del capricho de los que ostentan los derechos de autor de una obra determinada. La Unión mundial de Ciegos encabeza una alianza de organismos que trabajan con la Organización mundial de propiedad intelectual (OMPI) para que desaparezcan todas las normativas que restringen el acceso de las personas ciegas a los libros y materiales impresos.

Un día, tuve la loca idea de escribirle una carta a Luis Braille, que presenté como comunicación un tanto insólita a un Foro Mundial de Alfabetización de la Unión Mundial de Ciegos, en marzo de 1996 en Uruguay. La idea que manifestaba al final de aquella carta sirve para poner broche de oro a este trabajo:

"Si algún día, por el medio que sea, alguien inventa algo que realmente supere al braille, Luis Braille, todos los que valoran esta combinación mágica de puntos y yo mismo nos alegraremos sobremanera."

 

(Versión del 15 de septiembre de 2009)

 

 

 

 
 
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