Oye mi niño, como suena el canto de los pájaros..., escucha el rumor de las voces que bullen a tu alrededor... Tu cabecita se reclina en el hombro de tu madre, tus ojitos cerrados, huyen del sol, que todo lo inunda de luz, que a tí, te ciega,y por eso... escondes tu carita, y aturdido,te refugias en el infeliz cuerpo de tu mamá..., que tanto ha llorado, al saber que eres ciego. y que nunca verás las bellas imágenes de este mundo. Tu nacimiento ha sido una desgracia para tu familia, que ignorante,no percibe tu maravillosa sensibilidad. La gente al mirarte, dice: ¡pobrecito! Y esa palabra maldita, te acompañará siempre..., siempre..., pues a un enfermo, se le oculta su triste situación, para que no sufra... Pero a un niñito ciego... ¿Qué más da? no se entera de nada, mas eso es lo que creen, pero esas palabras de conmiseración, penetran hasta el fondo del alma, y quedan grabadas a fuego, las tristes palabras que salmodian, los misericordiosos,que no tienen piedad de sí mismos,y compadecen al niño ciego,y a sus padres,como si la ceguera fuera el mayor de los castigos...
Y quienes son más ignorantes, dicen: será que este niño, tiene que pagar algún pecado de sus padres,o antepasados. Y la mano de la justicia divina,cayó sobre él. ¡Cuánta maledicencia, Dios mío! Perdónalos porque no saben lo que dicen. Al margen de tanta maldad e incomprensión, aunque intuye cuanto le rodea, el morvo y la falsa misericordia que se derrama sobre su persona. El pobrecito, está sin jugar, muy quieto,o dando vueltas sobre sí mismo, para no correr,pues tiene miedo,de tropezar,con algún obstáculo,y lastimarse,y hacerse daño, y juega con su imaginación,creyendo que va en un caballo, y su cuerpecito se valancea, adelante y atrás. y ese movimiento concentrado,gasta sus energías,pero sin correr, sin saltar. todo se desarrolla en su pequeño círculo, donde está a salvo de peligros, y sigue dando vueltas,y moviendo sus manos,en busca del juguete imaginario, que produce un sonido agradable, y estimulante, que el niño ciego,comprende,y asimila, pues el balón,y todo lo demás. no significa nada para él. ni los láppices de colores,ni los cochecitos que van teledirigidos por control remoto. el ciego solo abarca,lo que está en sus manitas. lo que percibe por sus oídos,como una bella melodía, como un ruído estridente, que le asusta. Y toca con miedo, los peluches,que se le antojan animales, feos, que nada significan para él. y así, pasa el tiempo,esperando que una mano amiga,le enseñe a jugar, y descubrir los misterios insondables de la vida, que él no entiende, pues vive en su mundo de sombras y sonidos,y ha de aprender a reconocer,los objetos,y los instrumentos que están a su alcance, para desenvolverse en la vida, entre tinieblas, pero viendo más allá de lo que muchos imaginan,y que solo los ciegos, alcanzan a comprender, que están más lejos de la realidad, en un mundo superior,y mágico, que dejan su huella para siempre...
Mas nada de eso es verdad, pues llegará el día,en que todos los sentidos, suplirán al de la vista, y el niño ciego,se convertirá en un hombre de provecho,y percibirá con mayor claridad, todo lo que le rodea, con los ojos del alma, que le harán ver más allá de los límites de luz y oscuridad,donde la visión no llega. y se alcanza la percepción de el bien y el mal. y su capacidad de dar y recibir,será tan inmensa,que el mundo quedará pequeño,para su poder de amar y dar a manos llenas,lo que hoy le niegan los que nada entienden y no ven más allá de lo que sus pobres ojos físicos, les dejan ver. Y el hombre ciego, curtido en las más árduas batallas. será un infatigable luchador, que si no alcanza algo, no es por su desidia, si no, por todo cuanto le niega la sociedad,que se dice normal, y a los ciegos, les llama discapacitados.
Mas, todos en alguna medida,somos discapacitados, los soberbios, intolerantes, egoístas, dictadores. ¿a caso no son esas las mayores discapacidades de la humanidad?