Señores: un Servidor,
Puntilloso Punteado,
Quiero en este humilde estrado
Ser del braille valedor.
Y apreciar el gran valor
De su correcta escritura,
Evitando la apretura
Que se sufre en ocasiones
Sustituyendo mojones
Por la palabra más dura.
Si con sólo seis puntitos
Se escriben todas las letras,
La mano ha de estar muy diestra
Formando los dibujitos.
Y dándole a cada escrito
Ni un punto más ni de menos,
Para que el lector ajeno
No confunda un bello lago
Con el más modesto lado,
Y a su lectura eche el freno.
Si tacaños nos mostramos,
Quizá convirtamos paja
En una ceñida faja.
Y si aún nos empeñamos,
La faja en caja guardamos.
Y la boda se hace boca.
La mofa se vuelve moca.
La dama se va a la cama.
La gama adquiere la fama.
Y la foca es dulce coca.
La copa puede acabar
En vulgar e insulsa cosa.
La sopa se queda sosa.
El lar, en un pobre bar.
Apagar, en amagar.
El mapa en oscura capa.
En hembra del sapo, tapa.
El río en crecido lío,
Y el frío acelera el brío.
Si algún puntito se escapa.
¿Qué sucede si añadimos,
con actitud generosa?
Que en las losas nacen rosas.
En los silos crecen tilos.
Y nos sentimos en vilo
Si a quien trabaja en el faro
Le mandarán pronto al paro.
Si el salón es un talón,
O el cajón es un catón.
Ha de estar todo más claro.
El asunto se complica
Con equívocos fatales,
Cuando afecta a las vocales
El punto que modifica.
Y si el punto seis se aplica,
Por no ser tan habitual,
Surge algún signo inusual
Que la lectura interfiere.
Por lo tanto, se requiere
Poner la letra cabal.
Pues si no, el cerro es un corro.
Del carro vamos al cerro.
Al barro llamamos berro.
Al perro le doy un porro.
Dejo un churro bajo el chorro.
Por loto leeremos lote.
Y la moto será un mote.
Un reto queda en un rato.
El retrete, en un retrato,
Si lo escribimos al trote.
Yo les digo y les concedo
Que el pequeñito punzón
Es latir de un corazón
Al que toma el pulso un dedo.
Si le atribulara el miedo,
Se descentra y acelera;
Se descuida y no se esmera
Y la letra se oscurece.
La lectura lo agradece
Si, sereno, se atempera.
Acentos y puntuación
Y una buena ortografía
Pongamos, pues algún día
Alguien leerá este guión,
Palpando cada renglón,
Sea niño o joven o adulto.
Y tendremos por inculto
A quien, si ha de poner celo,
Acaso haya escrito cero.
Nunca obtendrá nuestro indulto.